Zapatero reitera que es un "hombre feminista", pero que le gustaría abandonar la militancia cuanto antes

Actualizado: jueves, 18 octubre 2007 21:32

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegura en un artículo recogido por Europa Press, que es un "hombre feminista" y que ha hecho fe pública y reiterada de esa militancia, pero que le gustaría abandonarla cuanto antes, en cuanto sea posible, el "mismo día que la realidad de la sociedad española y del mercado laboral español convierta esa militancia en innecesaria".

En el artículo publicado en la revista Marie Claire, que ahora cumple 20 años, el jefe del Ejecutivo cree que cumplirá "pronto" su deseo de dejar de ser feminista porque "tenemos en una mano la Ley de Igualdad y en la otra la propia fe de nuestras jóvenes en su inteligencia y su poder".

Zapatero cree que el mejor indicio de que "vamos por el bueno camino" es que la generación de sus hijas adolescentes, que pronto se incorporarán al mercado laboral, "no incluye la desigualdad entre los avatares del futuro". Cree que el Gobierno ha completado la tarea "principal" que es "la conciencia" de que hombres y mujeres son "iguales" y que la conciliación entre vida laboral y familiar no es una tarea "sesgada hacia un sexo", sino una "meta compartida por la parte femenina y masculina de las familias".

Recuerda a las mujeres que hace veinte años se incorporaron al mercado laboral y lo que les ha costado llegar hasta aquí. "Hoy, a los trabajadores que además son padres y madres se les valora. Se les considera héroes cotidianos, necesarios". También rememora los años 90, en los que "para cualquier trabajadora, tener un hijo suponía iniciar una carrera de obstáculos" dentro de su empresa, entre sus propios compañeros y que contaron con la ayuda de las abuelas para cuidar a sus hijos.

Lamenta el "talento" que se ha perdido "por el camino" y sentencia que "una sociedad que sólo usa la mitad de sus talentos es una sociedad innecesariamente pobre. Por eso soy feminista". Afirma que España "no puede costear la educación de una joven, ofrecerle las mejores oportunidades de formación, para después, llegada la hora de la verdad, convertirla en una trabajadora de segunda categoría, en un ser humano obligado a sufrir una identidad incompleta".

Resalta que su Gobierno se ha esforzado "para que ninguna joven española sepa lo que es trabajar y criar hijos sin derecho a la "flexibilidad" y sin que alguien tenga que elegir "entre hijos y trabajo". No obstante, dice ser consciente de que aún quedan diferencias salariales "sangrantes".