Actualizado: sábado, 24 noviembre 2007 22:07

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

Miles de personas, convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), salieron hoy a las calles de Madrid para pedir al Gobierno que ilegalice a Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), en una manifestación apoyada por el PP, aunque sin la presencia de su máximo dirigente, Mariano Rajoy. La marcha culminó con los discursos de Mari Mar, la hermana de Miguel Angel Blanco, y del ex funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, quien en las anteriores manifestaciones había preferido estar en un segundo plano.

El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, exigió al Gobierno que ilegalice y disuelva a ANV y al PCTV porque suya es la "responsabilidad política y moral de echar de las instituciones vascas al brazo político de ETA". La banda, según Alcaraz, se ha hecho "fuerte" tras el "siniestro y vergonzante proceso de rendición llevado a cabo durante estos años por el Gobierno de la Nación".

En su discurso, que puso punto y final a la octava manifestación de la AVT en Madrid en esta legislatura, Alcaraz también exigió que "se revoque la indigna resolución que permite negociar al Gobierno con los asesinos y que tutela Rodríguez Zapatero". Esa resolución es, a su juicio, "la mayor esperanza de ETA".

Los manifestantes partieron de la madrileña Plaza de Chamberí minutos después de las 17:00 horas para culminar en la Plaza de Colón, donde todos guardaron un minuto de silencio mientras se soltaban un millar de globos al cielo, uno por cada víctima del terrorismo. A la manifestación acudieron 76.855 personas, según la Delegación de Gobierno y 550.000, según la Comunidad de Madrid.

La manifestación, como en otras ocasiones, contó con dos cabeceras. En la primera de ellas, las víctimas del terrorismo portaban una pancarta en la que se podía leer 'Un futuro en libertad. Juntos derrotemos a ETA'. Entre ellas se encontraban, además de Ortega Lara, la madre de Irene Villa y el propio Alcaraz, así como Soledad Jiménez Becerril, hermana del concejal del PP en Sevilla asesinado a tiros por ETA junto a su esposa y en presencia de los hijos de ambos, de corta edad.

EL PP, SIN RAJOY

Una segunda cabecera partió de la Plaza del Pintor Sorolla, con una pancarta que portaban varios concejales del PP en el País Vasco, entre ellos la alcaldesa de Litzarza, Regina Otaola, a quien varios grupos de manifestantes aclamaron. Justo detrás, la plana mayor del PP, a excepción de su máximo líder, Mariano Rajoy, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y el ex presidente del Gobierno José María Aznar, que excusaron su asistencia por motivos de agenda.

Rajoy volvió a pedir a los españoles hoy mismo, desde Almería, que acudiesen a la marcha. Cuando a Alcaraz se le preguntó por la ausencia del líder 'popular', el presidente de la AVT dijo que "la rebelión cívica está por encima de ideologías y personas".

Así que, tras esa pancarta, se situaron el secretario general del PP, Angel Acebes, el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, el europarlamentario Jaime Mayor Oreja --uno de los más aplaudidos-- y la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, entre otros. La llegada de los dirigentes 'populares' fue jaleada con aplausos y los habituales gritos de 'Zapatero, dimisión'.

Acebes dijo a los periodistas que las víctimas estaban pidiendo al Gobierno "lo mínimo: que expulse a los terroristas de las instituciones, que se cierren las puertas a la negociación con los asesinos y que con el dinero de los impuestos de los españoles no se financie a la banda terrorista". Unos metros más atrás se pudo ver a la líder del nuevo partido Unión Progresista Democrática, Rosa Díez, y al de Ciutadans, Albert Rivera.

Durante el recorrido se pudieron ver numerosas banderas de España y se corearon varias consignas, aunque ninguna masivamente. 'Contra ETA, cadena perpetua' o 'fuera ETA de las instituciones' fueron algunas de ellas. Pero fue el presidente del Gobierno el que volvió a llevarse la mayoría de las dedicatorias, como "Zapatero, embustero" o "si tienes talante ponte aqui delante".

El paso de la comitiva de la AVT --que portaba numerosas imágenes de víctimas de ETA-- estuvo acompañada de los aplausos y los vítores de los asistentes, muchos de ellos, siguiendo el acto desde los balcones de sus casas que en algunos casos llegaron a engalanar con la bandera nacional. "No estais solos", les gritaba la gente a su paso.

PROTESTA FRENTE A LA AUDIENCIA NACIONAL

La comitiva de víctimas se detuvo unos minutos ante la Audiencia Nacional y allí, al unísono, los manifestantes comenzaron a reclamar a gritos "libertad de expresión" y apoyar a Alcaraz. El próximo día 29, el presidente de la AVT tendrá que acudir a los juzgados de la Audiencia para declarar por la querella que ha interpuesto contra él una asociación de abogados progresistas por un presunto delito de injurias al Gobierno. "Lo que no puede ser y lo que no es de recibo es que tenga libertad de expresión la banda terrorista ETA y se pretenda meter en la cárcel a las víctimas", declaró en ese momento Alcaraz a Europa Press.

Camisetas con el lema 'Memoria, Dignidad, Justicia' con los colores de la bandera de España a 3 euros, el polo, a 5, se vendían en un puesto de la AVT. Vendedores callejeros ofertaban bufandas con los colores de la bandera de España y el lema "¿Por qué no te callas?". En un momento de la marcha, un hombre de mediana edad se saltó el cordón de seguridad para abrazar a Alcaraz y dejarle claro que para él, "lo que haga falta".

Cuando la marcha llegó a la Plaza de Colón, voluntarios de AVT desplegaron un mosaico de varias cartulinas formando una bandera de España de grandes proporciones. La plaza estaba abarrotada, pero no así las confluencias con el Paseo de la Castellana ni la calle Génova, donde los manifestantes alcanzaban hasta la Audiencia Nacional, a unos 100 metros de Colón.

ORTEGA: "EL GOBIERNO HA MARGINADO A LAS VÍCTIMAS"

Abrió las intervenciones la periodista Isabel San Sebastián, que agradeció a todos su asistencia, incluidos los líderes políticos que habían tenido "la valentía" de acudir. Presentó a Ortega Lara y el ex funcionario de prisiones pidió "respeto y reconocimento" de los poderes públicos a las víctimas porque ahora, a su entender, "además de ser víctimas son relegadas al olvido y la marginalidad porque no aceptan una negociacion política con ETA".

Ortega tuvo emocionadas palabras de agradecimiento para el presidente de la AVT, quien según dijo "ha sido y sigue siendo objeto de acoso por quienes no aceptan voces críticas al concepto que algunos tienen de democracia". "En estos momentos, todos somos Alcaraz", gritó.

Por su parte, Mari Mar Blanco aseguró que las víctimas se han sentido "abandonadas y traicionadas" durante estos "tres años de mentiras". "Hemos observado cómo se trataba con más consideración a nuestros asesinos que a nosotros mismos cuando hemos tenido que oír por parte del presidente que Otegi era un hombre de paz o que De Juana Chaos estaba a favor del proceso de paz", denunció.

El himno de España sonó tras la intervención de Alcaraz, cerrando el acto. Un grupo de unos ultraderechistas, tras una pancarta de Democracia Nacional, corearon la letra que escribió José María Pemán mientras alzaban el brazo a modo de saludo fascista.