MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cinco de los 40 militares ruandeses cuyo procesamiento dictaminó el pasado miércoles el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu por delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y terrorismo, participan en la actualidad en distintas misiones de Naciones Unidas, sobre todo en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, según figura en el auto.
Andreu ha acusado a los procesados, contra los que ha dictado órdenes de detención internacional, de haber tomado el poder por la fuerza y haber instaurado un régimen de terror en el país realizando "horrendos crímenes" contra la población civil de este país y de la República Democrática del Congo (RDC) entre 1990 y 2002. El actual presidente de Ruanda, Paul Kagame, no ha sido procesado porque como jefe de Estado tiene inmunidad de jurisdicción y de ejecución, pero su nombre figura en el auto de procesamiento por existir "indicios racionales de criminalidad" en su contra como responsable del Ejército ruandés.
Entre los acusados figuran el general de brigada Karenzi Karake, actual comandante adjunto del contingente híbrido de Naciones Unidas y Unión Africana en Darfur (la llamada Fuerza UNAMID), y el general de brigada Wilson Gumisiriza, comandante del Sector 1 de las Fuerzas Ruandesas de Defensa destinadas en Sudán por la Unión Africana en la UNAMID.
También aparecen los nombres del capitán Frank Bakunzi, portavoz de las Fuerzas Ruandesas de Defensa en Jartum y actual miembro del contingente de soldados ruandeses de la Unión Africana en la UNAMID, y del coronel Charles Karamba, director de investigaciones y desarrollo de las Fuerzas Ruandesas de Defensa ante la Unión Africana en el marco de la UNAMID.
El grupo incluye al capitán Karara Misingo, quien recientemente fue nombrado miembro del equipo dirigente del servicio de Gestión de Verificación y Registro de la Misión del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de Nepal (UNDP).
En el auto figuran además dos diplomáticos ruandeses, el general Kayumba Nyamwasa, actual embajador de su país en India, y el teniente coronel Rugumya Gacinya, actualmente agregado militar en la Embajada de Ruanda en Estados Unidos.
Estas siete personalidades están acusadas de genocidio. Además, cinco de ellas tienen cargos por terrorismo y tres por genocidio, terrorismo y crímenes contra la Humanidad. Entre el resto de 40 procesados aparecen personas que ocupan cargos importantes en el Ejército de su país.
EL AUTO DE PROCESAMIENTO
En su auto de procesamiento, el juez Andreu indica que en la década de los 90 más de cuatro millones de ruandeses fueron asesinados o desaparecieron "en el marco de un plan de exterminio por razones étnicas y políticas". Esta estrategia culminó con la invasión y conquista de la República Democrática del Congo. Las víctimas --dice el magistrado-- eran su mayoría refugiados hutus ruandeses y población civil congoleña, también de la misma etnia.
Entre las víctimas del genocidio se encuentran nueve españoles, víctimas de las matanzas que se prolongaron desde 1994 hasta el año 2000. Sus muertes se produjeron en campos de refugiados, donde trabajaban y "denunciaban los abusos sufrían los desplazados de guerra", especifica el auto.
Seis de las víctimas eran religiosos y el resto trabajaba para la ONG Médicos del Mundo. Todos ellos murieron a manos de miembros de la organización político-militar Ejército Patriótico Ruandés/Frente Patriótico Ruandés (APR/FPR).