BARCELONA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Barcelona desaprovechó la enésima oportunidad para recortar distancias con el líder, el Real Madrid, al no poder pasar del empate sin goles frente al Getafe, en un partido en el que los azulgranas estrellaron tres balones en el palo, pero volvieron a demostrar falta de frescura en los metros finales, algo que el público castigó con una pañolada al término del encuentro.
Los de Frank Rijkaard suman, de esta manera, su segunda derrota consecutiva y dejan de nuevo la Liga en bandeja a los blancos, que terminan la jornada exultantes tras ver como ni segundos ni terceros han sido capaces de disminuir las diferencias después de su empate de ayer en Mallorca.
Por su parte, los 'azulones', que parecen tener tomada la medida al Barça -les ganaron en el Coliseum 2-0 en la primera vuelta y les eliminaron de la Copa del Rey la pasada temporada con esa memorable remontada- cierran una semana brillante que comenzó con el buen papel desempeñado en Alemania contra el Bayern de Munich en la UEFA.
El desarrollo del choque no se salió del guión previsto. El Barcelona acaparaba la posesión del balón y gozaba de buenas oportunidades, mientras que el Getafe esperaba agazapado atrás y sorprendía de vez en cuando con rápidas contras.
Manu del Moral pudo adelantar a los suyos al poco de comenzar el choque, pero Valdés metió una gran mano para desviar el fuerte disparo del jienense. Después, un cabezazo de Milito que paró el 'Pato' a bocajarro y un disparo al palo de Eto'o sembraron la incertidumbre en el cuadro 'azulón'.
Sin embargo, a pesar del dominio, a los de Rijkaard le faltaba chispa e ideas claras arriba y a los buenos movimientos de Xavi e Iniesta sólo respondía el más joven e inexperto de la delantera, Bojan. Eto'o y Henry, a los que no parece beneficiarles el partir desde una posición tan escorada, por contra, estaban desaparecidos.
En estos minutos, los principales quebraderos de cabeza de Laudrup no venían por parte de las ocasiones creadas por el equipo en el que brilló como futbolista, sino de las lesiones de sus jugadores, y es que tanto Pablo Hernández como Mario tuvieron que ser sustituidos en la primera mitad y serán seria duda para los dos importantes compromisos que hay en el horizonte de los madrileños: la vuelta de la UEFA contra el Bayern y la final de Copa frente al Valencia.
Tras el descanso, Márquez y Giovani entraron en sustitución de Milito y Eto'o, ambos con aparentes molestias musculares que hicieron que el técnico holandés prefiriera reservarles de cara al partido de vuelta de Liga de Campeones contra el Celtic del próximo miércoles.
MISMO GUIÓN Y OTROS DOS PALOS
En los segundos cuarenta y cinco minutos, el guión de la primera parte continuó cumpliéndose pero, ahora, de una manera más clara y apreciable. El Barça seguía dominando y gozaba de claras ocasiones que incluso le hicieron estrellarse otras dos veces contra la madera, con un buen tiro de Giovani y un rechace de Xavi después del lanzamiento de una falta.
El Barcelona llegaba con mucho peligro, pero, a la vez, los contraataques de los 'azulones' eran mucho más peligrosos, fruto de los riesgos defensivos tomados por los locales en busca de la victoria.
Al final, ante la ausencia del anhelado gol y con problemas de claridad en los metros finales, el Barcelona se dedicó a meter balones al área. Esa desesperación del equipo se trasladó a la grada, que despidió a los suyos con pañuelos blancos y con una sonora pitada.