LA PAZ 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Tres policías bolivianos fueron linchados durante diez horas por algunos habitantes de la localidad de Epizana, en el departamento de Cochabamba, que les acusaron de extorsionar a los conductores que pasaban por la calle. El Gobierno nacional ya ha anunciado que iniciará una investigación.
Un periodista citado por el diario 'La Razón' explicó que, tras diez horas de tortura, los residentes ahorcaron a dos de los agentes y al tercero le dejaron morir en la calle. "Pedían auxilio cada rato e imploraban por sus vidas", afirmó.
Según testigos, un grupo de habitantes de Epizana golpearon con palos y piedras a los policías, tras lo cual les maniataron, les echaron agua hirviendo y finalmente les mataron.
Todo comenzó cuando los agentes llegaron al retén policial de la localidad, situada a 130 kilómetros de Cochabamba, y detuvieron un vehículo conducido por un hombre supuestamente ebrio. Según los habitantes, le pidieron dinero, pero resultó ser familiar del alcalde. Testigos aseguran que le golpearon.
Al parecer, los policías llevaron al familiar del alcalde al hospital de la población de Totora, a 20 kilómetros de Epizana. Mientras, al menos 500 personas de Epizana, con el alcalde al frente, se trasladaron al retén para esperar a los agentes. Cuando regresaron los efectivos comenzó el linchamiento.
Según informó el comandante de la Policía de Cochabamba, coronel José Copa, el difícil acceso a Epizana dificultó la llegada de las autoridades. El diario 'La Razón' explica que, tras cometer el crimen, el grupo responsable hizo un pacto de silencio y llevó los cadáveres a la carretera antigua entre Cochabamba y Santa Cruz. Casi al mediodía, aproximadamente 20 policías llegaron al lugar para recoger los cuerpos.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Alberto Castillo, ha calificado el hecho como un "asesinato cobarde" y anunció que el fiscal Irving Aveldaña ya se ha desplazado al lugar para iniciar la investigación sobre el caso.