MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso, con los votos del PP, el PSOE y UPyD han rechazado la propuesta presentada por Esquerra (ERC) y apoyada por la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) para regularizar, en el plazo más breve posible, la producción, distribución y consumo de cannabis en España.
La iniciativa planteaba a su vez la creación de una subcomisión o grupo de trabajo para estudiar la citada despenalización, que tampoco ha salido adelante.
Se trata de una moción, consecuencia de la interpelación que el portavoz de los independentistas catalanes, Alfred Bosch, debatió hace un par de semanas con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que sólo se mostró dispuesto a estudiar la posibilidad de legalizar el consumo de cannabis, y únicamente desde una perspectiva sanitaria.
En este caso, el ministro recordó que existe una legislación al respecto ampliamente aprobada por instituciones internacionales, al igual que numerosos análisis clínicos avanzan en la línea de confirmar que el cannabis es perjudicial para la salud.
SE PODRÍAN CREAR 40.000 PUESTOS DE TRABAJO
Desde ERC, destacaron que la legalización de la producción del cannabis podría crear unos 40.000 puestos de trabajo, lo que, en su opinión, supondría unos ingresos para la Seguridad Social y el IRPF de unos 400 millones de euros.
Es más, Bosch defendió, según estimaciones de 2010, los beneficios del nuevo nicho de mercado económico y de generación de empleo supondrían para el Estado unos 6.000 millones de euros anuales de beneficio.
En este caso, ha sido Joan Tardà quien ha subido a la tribuna a defender la iniciativa y se ha preguntado qué es lo que pasaría si un diputado afirmase que se fuma un porro de marihuana, cuando ya se admite que uno se puede emborrachar de vez en cuando.
"Sería objeto de burla y de estigmatización. Existe una doble moral y ERC pide que se regule esta droga que no es legal y entonces se hablará de la protección sobre la infancia, de lugares de consumo y de todo aquello de lo que se quiera hablar. Se trata de educar y no de prohibir", ha reclamado el republicano.
Por su parte, el diputado del PP, Joaquín Villanova, considera que la legalización aumentaría la percepción de los jóvenes, bajaría la edad de inicio del consumo, a la vez se transmitiría un mensaje de tolerancia a las drogas y banalización de los efectos negativos sobre la salud de los consumidores.
"Es la puerta de entrada a otras drogas más duras. Casi la mitad de todas las muertes de tráfico había consumido cannabis", ha puntualizado, al mismo tiempo que la finalidad terapéutica estaría dentro del concepto de automedicación que dice que "siempre se ha rechazado".
ESPAÑA, LÍDER DE CONSUMO DE CANNABIS
Isabel Rodríguez García, del PSOE, ha recordado que España es líder en Europa en el consumo de cannabis y los jóvenes entre 15 y 17 años son los que más consumen, al mismo tiempo que recalca que según la OMS un 27,5 por ciento de estudiantes admiten haber probado el cannabis a los 15 años.
"Nuestra preocupación es la capacidad tóxica de la droga que si se consume abusivamente tiene repercusión sobre la salud mental de las personas y puede dañar el desarrollo personal, sobre todo si se consume en la adolescencia, a la vez que nos preocupa que se consuma tanto en esta época", ha relatado, al mismo tiempo que creer que al hablar de drogar hay que hacerlo en materia de prevención y no de legalización.
Desde UPyD, que ha presentado una enmienda, Carlos Martínez Gorriarán cree que hay que avanzar hacia la regularización del cultivo y el consumo del cannabis en España, si bien considera que hay que discutirlo dentro de una subcomisión parlamentaria, y "no sólo para darle al Gobierno instrucciones que después se meten en un cajón y no van a ninguna parte".
Es más, considera muy importante la prevención y la regulación del consumo del cannabis para que no suceda lo mismo que con el botellón, después de que la prohibición haya demostrado a su juicio que no se puede erradicar estas prácticas. De hecho, ha recordado el caso de Holanda o California que han regularizado el consumo.
Por parte de CiU, Conxita Tarruella apuesta en su enmienda a que se lleve a cabo la subcomisión de estudio sobre la regularización de esta droga, mientras que, desde el PNV, Emilio Olabarria ve razonable la creación de una subcomisión para el estudio sobre regularizar el cannabis, si bien no apoya su regularización en esta moción.
"Nos parece que la protección del Código Penal respecto al cultivo y tráfico del cannabis está bien configurada y para su derogación habría que concitar consensos políticos sociales y evaluar la inanidad del consumo del cannabis para la salud. Se han referido poco a la perspectiva sanitaria y parece que dan más relevancia a los efectos económicos que derivarían del consumo de cannabis", ha reprochado a los republicanos.
Por su parte, Gaspar Llamazares, en nombre de la Izquierda plural (IU-ICV-CHA) apoya la moción y ve complementaria tanto la regularización del cannabis y consensuarlo en una subcomisión de estudio. Así ha recordado que en el siglo XVI un médico habló de "dosis tóxicas" y no de elementos tóxicos.
En este sentido, ha recordado su doble vertiente, la curación y el "veneno". "Su estrategia ha sido la de la prohibición y hay que preguntarse si ha fracasado o no y en esta materia que pretendía un mundo sin drogas no lo ha conseguido", ha advertido el parlamentario de izquierdas.
UNA PROPUESTA REPETIDA EN EL CONGRESO
No se trata de la primera vez que los republicanos solicitan en la Cámara Baja la legalización del cannabis en España. En la pasada legislatura y, coincidiendo con que en Cataluña se estaba debatiendo si legalizar o no el consumo de esta droga, la diputada de ICV, Nuria Buenaventura, que compartía grupo parlamentario con los republicanos catalanes, ya preguntó al Gobierno sobre esta causa.
En concreto, quería saber si el Gobierno tenía previsto despenalizar el consumo de cannabis siguiendo las recomendaciones de la Comisión Global de Políticas contra la Droga, liderada por expresidentes de Gobierno, empresarios, personalidades como el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, o el exresponsable de la política exterior de la UE, Javier Solana y escritores como Mario Vargas Llosa. También el expresidente español Felipe González había hecho una propuesta similar.