ELCHE (ALICANTE), 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
España completó su particular y prestigiosa cartilla de amistosos preparatorios para la próxima Eurocopa con una victoria sobre la campeona del mundo Italia (1-0) gracias a una genialidad de Villa, que enganchó una soberbia volea con la zurda e inyecta ánimo y credibilidad al equipo de Luis Aragonés.
El valencianista, en escorzo similar a aquel de Zidane en Glasgow, preparó e impactó con su zurda un balón que caía del cielo para dirigirlo a la escuadra, haciendo inútil la estirada de Buffon. Un disparo genial que permite al equipo nacional coleccionar un nuevo amistoso resplandeciente tras los últimos triunfos ante Argentina (1-0), Inglaterra (1-0) o Francia (1-0).
Acostumbra España a almacenar este tipo de victorias, de gran valor europeo e incluso con 'olés' en la grada, en la antesala de las grandes citas, aunque la historia posterior, la de tropezar antes de lo debido, también es costumbre.
La selección nacional acumula ya catorce partidos sin conocer la derrota y recibe además una nueva palmadita a ese estilo que pretende Luis Aragonés, con España luciendo a sus excelsos centrocampistas. En este caso, el toque y la asociación nacional derribó uno de sus esos mitos del fútbol continental, el del repliegue. Italia personifica ese método como nadie, pero en esta ocasión no le sirvió.
El triunfo impulsa la creencia en una España de centrocampistas -el puesto por excelencia del fútbol nacional-. Aragonés dibuja su Eurocopa con Xavi, Iniesta, Cesc y Silva en la zona ancha y el resultado es positivo. Sería no obstante necesario añadir la definición 'inglesa' de Torres porque el ex Atlético erró un par de ellas ante Italia no permisibles en partido oficial.
Hasta la zona de definición hubo mucha corrección en España, con toque y movimiento. En definitiva el control del juego habitual del equipo nacional, ante el que, eso sí, selecciones como Italia se siente cómoda. Los campeones del mundo tampoco sufrieron en exceso porque a España le costó encontrar las vías de aproximación a Buffon. Le faltó profundidad aunque en ocasiones sus empujes colectivos forzaron a Cannavaro y Materazzi, especialmente duro el segundo.
Lo mejor de Italia de las botas de De Rossi, y de la movilidad de Camoranesi en la segunda mitad, que hasta envió un balón al larguero. Italia sorprende en ataque y raya la perfección en defensa. Sólo el agujero que encontró Villa acabó con los de Roberto Donadoni en un partido equilibrado, de choque de estilos y que cayó del lado español para hacer más grande el zurrón de esperanzas previo a la Eurocopa.