Los dos investigadores que se han querellado contra el proyecto también se opusieron al de Brookhaven
SANTANDER, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Física de Cantabria (IFCA), uno de los centros de investigación implicados en el desarrollo del acelerador y colisionador de partículas LHC en el CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear), está convencido de que la puesta en marcha del acelerador, este verano, no supone "ninguna amenaza" como sostienen dos investigadores que se han querellado contra el CERN para que no lo conecte.
Los querellantes, Walter L. Wagner y Luis Sancho, alegan, entre otras cosas, que la activación de este acelerador colisionador de partículas podría generar materia quark extraña que se coma la materia normal o incluso agujeros negros que, en lugar de evaporarse y desaparecer, crezcan y absorban la materia a su alrededor. Sin embargo, para el IFCA se trata de hipótesis sin "ningún fundamento".
En palabras del jefe del Grupo de Física de Altas Energías del IFCA, Alberto Ruiz Jimeno, "no hay ninguna amenaza posible" en la puesta en marcha del acelerador, tal como concluyó en su día la comisión de expertos a la que se encargó estudiar todas las posibilidades de consecuencias "raras o amenazantes".
Además, recordó que estos dos investigadores que se oponen a la activación del LHC, también se querellaron contra la puesta en marcha del acelerador de partículas RHIC de Brookhaven, en Long Island (Nueva York), y sin embargo no se cumplieron sus pronósticos. Por eso, confía en que ahora la querella contra el CERN no suponga ningún retraso en la puesta en marcha del LHC, prevista para este verano.
Ruiz Jimeno, en declaraciones a Europa Press, recalcó que las hipótesis que defienden Wagner y Sancho "no se sustentan científicamente en absoluto". Por ejemplo, en el caso de los agujeros negros, el investigador del IFCA y catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria admitió que se pueden generar microagujeros negros, pero en ningún caso de la "entidad suficiente" como para poder "comerse" la materia a su alrededor.
De hecho, para crear agujeros negros de tal capacidad se necesitarían "varios órdenes de magnitud de energía por encima" de la que producirá el LHC y, además, tendría que tratarse de agujeros negros en los que la velocidad de crecimiento fuera mayor que la velocidad de evaporación y eso, según el investigador del IFCA, "no puede ocurrir" en el caso del LHC.
En cuanto a la generación de materia quark extraña, destacó que "no hay demostración de su existencia" y, en cualquier caso, aunque "pudiera ocurrir que se produjera", los cálculos y estudios realizados apuntan que "se desintegraría mucho antes de suponer ninguna amenaza".
Además, añadió que en el caso de la radiación cósmica se consiguen energías muy superiores a las que se van a alcanzar en el LHC y tanto los datos de la radiación cósmica, como del acelerador de Brookhaven, "demuestran que no se ha producido nada de esto".
EN BUSCA DEL BOSÓN DE HIGGS.
Ruiz Jimeno recordó que hay países de todo el mundo y unos 8.000 físicos e ingenieros implicados en el proyecto del LHC, en el que se ha invertido gran cantidad de dinero. Por ello confió en que la querella de Wagner y Sancho no suponga ningún retraso, porque eso implicaría "muchos problemas desde el punto de vista económico y científico".
Según dijo, el mundo científico está "expectante" ante el comienzo del LHC entre cuyos objetivos se encuentra el de buscar el bosón de Higgs, si es que realmente existe. La confirmación de la existencia del bosón de Higgs o, en su caso, el hallazgo de otros datos, podrían explicar cuál es el origen de la masa de las partículas.
El investigador del IFCA explicó que algunas teorías predicen que la masa se debe a que el universo está doblado por un campo, el campo de Higgs o bosón de Higgs, y la interacción con ese campo es la que produce la masa de las partículas. "Si eso es así, el LHC sería capaz de producirlo. Y si no se produce, puede ser que se produzcan otras cosas más interesantes que nos conduzcan en cualquier caso a entender de dónde procede la masa de las partículas", agregó Ruiz Jimeno.
Pero además, con el LHC también se podrán desarrollar otras investigaciones y "puede haber descubrimientos inesperados que las propias teorías no hayan supuesto".
CUATRO EXPERIMENTOS.
Los 8.000 físicos e ingenieros implicados en el proyecto se reparten en cuatro experimentos diferentes y en uno de ellos, el denominado CMS, se enmarca el trabajo que desarrolla el Grupo de Altas Energías del IFCA, centro mixto de la Universidad de Cantabria y el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
El equipo del IFCA implicado en este proyecto, que tiene como investigadora principal a la profesora Teresa Rodrigo, se ha encargado del sistema de alineamiento global, es decir, de un sistema óptico y mecánico de precisión que permite determinar la posición de las cámaras más internas con respecto a las cámaras más externas del detector. Además, ahora participará en la recogida y análisis de datos.
No es la primera vez que este grupo del IFCA (uno de los tres con que cuenta el centro) participa en las investigaciones en torno a un acelerador de partículas internacional. Lleva tiempo trabajando en el acelerador Tevatron, del laboratorio Fermilab de Chicago, --parecido al CERN pero algo más pequeño y que es el acelerador más potente actualmente en funcionamiento-- y se estima que aún quedan dos años más de trabajo de análisis de datos.
Y de cara al futuro, el IFCA estará también en el acelerador lineal internacional, que en vez de ser en forma de anillo como el LHC, será lineal.