MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy que España debe "mantener una política razonable, progresiva, de reducción de la energía nuclear", y avanzó que antes de que termine la legislatura presentará "un mapa, una agenda de futuro de la energía nuclear en España".
"No soy partidario de ver en la energía nuclear la alternativa a los problemas y los retos energéticos", dijo el presidente del Gobierno, tras admitir que este es un asunto que genera división, también en el seno de la Unión Europea a la hora de definir su política energética.
Durante su intervención en unas jornadas organizadas por la revista 'The Economist', Zapatero dejó claro que en lo relativo a la energía atómica quiere actuar "sin fundamentalismos" ni dogmas del tipo "pro energía nuclear, contra la nuclear", de modo que esa "agenda de futuro" estará "condicionada a la garantía energética" de España.
"Vamos a actuar en esa dirección (de reducción) con la prudencia razonable para que nuestra dieta y nuestras necesidades energéticas no estén nunca comprometidas con esta posición política que mantengo", aseveró.
El jefe del Ejecutivo precisó que se opone a basar en la energía nuclear la respuesta al reto energético por dos motivos: porque es "extraordinariamente difícil" dar respuesta al problema de los residuos nucleares y porque, a su juicio, los países que opten por la vía de la energía nuclear "van a tener una actitud mucho más relajada y menos exigente" en lo que a su juicio es necesario a largo plazo, que es apostar por las energías renovables y por la eficiencia y el ahorro energético.
Zapatero puntualizó, sin embargo, que su apuesta por reducir la energía nuclear es independiente de la apuesta española por participar en el proyecto internacional de experimentación con fusión nuclear ITER.
En su opinión, los países que apuesten por las energías renovables y sepan ver oportunidades en los retos que plantea el cambio climático serán países líderes de la nueva economía las próximas décadas. El jefe del Ejecutivo insistió en que la lucha contra el cambio climático es una "batalla urgente" y destacó que su Gobierno ha tomado medidas para promover las energías renovables y para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, que en 2006 se redujeron un 4,1 por ciento pese a haber sido un año, según dijo, de "alto crecimiento económico".
OPA DE ENDESA.
A preguntas de los asistentes al acto, Zapatero defendió las peculiaridades del sector energético y negó que pueda acusarse a España de proteccionismo con las empresas frente a ofertas llegadas de compañías extranjeras.
Aunque se le preguntó en concreto por la frustrada OPA de la alemana E.ON por Endesa, Zapatero no mencionó la operación ni las condiciones que impuso la Comisión Nacional de la Energía (CNE) --y que han sido objeto de una investigación por parte de la Comisión Europea-- y sólo dijo que "no se trata de un interés empresarial", sino de tener en cuenta las peculiaridades del sector energético.
"España es un país abierto, pero también compite", añadió, subrayando que, al contrario que en España, en muchos países europeos "el sector energético está en manos del sector público en buena medida" y ello es "una anomalía". En esta situación, aunque la Comisión Europea actúa en estricta aplicación de las normas comunitarias, a su juicio es "discutible" que haya un equilibrio en el panorama energético europeo.
Así, el presidente dijo a su interlocutor que no encontrará un ejemplo similar "en otro sector" que no sea el energético, y subrayó que la economía española es de las más abiertas del mundo.
"Seguramente no habrá otro dato en que se pueda poner el acento, o que haya sido objeto de debate, que lo que afectó a Endesa y al sector energético, no habría otro ejemplo de otro sector empresarial en estos cuatro años, porque el Gobierno ni siquiera participa ni opina sobre lo que pueden ser adquisiciones por parte de empresas de otros países a empresas españolas", añadió.
Además, recordó que en el capital de Endesa han alcanzado una mayoría la italiana Enel y la española Acciona, que están tomando "decisiones con absoluta libertad", al igual que todo el sector empresarial.