ZARAGOZA 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación Punto de Encuentro Familiar de Aragón (APEFA), Antonio Peñalver, apostó esta tarde por la educación de los padres "porque repercutirá en el interés de los menores" y, ante situaciones de conflicto familiar como las que trata la Asociación, valoró que ninguno de los progenitores debe "perder ese cordón umbilical afectivo" que lo une con su hijo.
La Asociación Punto de Encuentro Familiar de Aragón (APEFA) y la Diputación de Zaragoza han presentado hoy martes el libro 'Estudio comparativo de la situación socio-familiar de personas usuarias del PEF residentes en Zaragoza ciudad y provincia', en el Salón del Trono del Palacio de Sástago.
En el acto, acompañando a Peñalver, ha participado el vicepresidente de la Institución Provincial, Martín Llanas, así como el concejal delegado de Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Florencio García Madrigal.
El trabajo presentado esta tarde sobre los perfiles socio-familiares de los usuarios del Punto de Encuentro en Zaragoza y provincia proporciona, por un lado, un mapa real de las intervenciones realizadas en grupos familiares que por sí mismos no pudieron solventar sus desacuerdos en relación con las obligaciones paterno-filiares y, por otro lado, apunta tendencias de utilización y de características específicas de los usuarios del PEF.
Para Martín Llanas, la APEFA "ha tenido la delicadeza de trabajar en algo tan complicado como las relaciones familiares. La vida es complicada a todos los niveles y cada vez está más claro, por desgracia, que también las parejas pasan por problemas" que afectan en mayor medida a los menores.
La APEFA "ayuda y acude a ese punto de las discusiones de los padres que pueden traumatizar a los niños para toda su vida", cuando "no es nada fácil atender a las familias y cumplir la misión que la propia Asociación se ha marcado", indicó Llanas.
Antonio Peñalver recordó que "la memoria próxima, la del año pasado o la del anterior, no nos dice nada, pero la memoria remota", los recuerdos de la infancia, "esas imágenes quedan marcadas para toda la vida", especialmente en caso de divorcio o separación de los padres.
La publicación presentada, en la que aparecen muchos de estos casos, pretende "apuntar tendencias de utilización de esos usuarios que tienen circunstancias peculiares que generan sus crisis", de manera que se presenta un estudio de los casos de familias "que acaban de una manera contenciosa".
Desde el año 2002 a junio de 2006, atendiendo a las familias, "hemos presenciado el síndrome de alienación parental", por el que "los hijos rechazan y censuran al progenitor no custodio, negándose a mantener contacto con él". En este caso, "es penoso encontrarse estas situaciones en las que se mediatiza al menor" posicionándole en contra de uno de los progenitores. También se han visto variantes de este síndrome, como "el síndrome del progenitor malicioso", agregó.
En todos los casos, las situaciones se han analizado con dos grupos de discusión para establecer el perfil de los usuarios y llegar a proponer actuaciones de futuro. El primer grupo se conformó con profesionales de distintos ámbitos, como la justicia o la sociología, y el segundo, quedó integrado por progenitores custodios y progenitores no custodios. Todos ellos, determinaron estrategias de actuación futuras y comprobaron si las hipótesis a las que llegó el estudio son ciertas.
Como conclusiones generales, Peñalver señaló que la situación profesional "es importante a la hora de determinar el régimen de visitas y la guardia-custodia de los menores". Así, los progenitores custodios tienen una tasa de actividad del 80 por ciento, mientras que los progenitores no custodios tienen una tasa de actividad del 60 por ciento. Este es parámetro "muy importante, pero no excluyente" para determinar las visitas o la custodia, recordó.
Otros datos significativos del estudio son que un cuatro por ciento de los usuarios del Punto de Encuentro Familiar presentan algún tipo de minusvalía, "predominantemente física o sensorial"; y respecto a la custodia, en un 90 por ciento de los casos está se otorga a las madres, "en base a garantizar el interés superior del menor". En un cuatro por ciento, "y en situaciones de desamparo", la custodia la ostenta la Administración, "y en un 1 por ciento de los casos, los abuelos".
"Para nosotros --continuó el presidente de APEFA--, es un reto publicar este libro, pero analizando las variables no hacemos nada", de manera que los servicios del PEF deben "mejorar y no tenemos que centrarnos sólo en los menores porque los progenitores también necesitan ayuda para entender a sus hijos".
En este sentido, "ya estamos en fase de hacer, además de los cursos de autoestima para los progenitores, una escuela de padres", que contribuya a mejorar las relaciones entre padres e hijos, y que muestre a los progenitores que los problemas familiares "no debe ocultarse" a los menores, sino demostrarles "que no les faltará amor" cuando se enfrenten a situaciones como un divorcio o separación.