MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El equipo investigador de la Sierra de Atapuerca, dirigido por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, presenta esta semana como tema de portada en la revista 'Nature' el descubrimiento del resto fósil humano más antiguo encontrado en Europa. Los fósiles, una mandíbula y varios dientes asociados a ella datados en 1.200.000 años y que se han hallado junto a restos animales y herramientas de sílex, han sido atribuidos provisionalmente por los investigadores al 'Homo antecesor' y se han encontrado en el yacimiento de la Sima del Elefante en la Sierra de Atapuerca (Burgos).
Los investigadores, en su mayor parte del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona, hallaron los fósiles en junio de 2007 en la Sima del Elefante. Este yacimiento se encuentra entre el de la Gran Dolina, donde en 1994 se encontraron los primeros fósiles humanos de 'Homo antecessor', y el de la Sima de los Huesos, en el que se han localizado más de 6.000 restos fósiles de la especie 'Homo heidelbergensis'. El artículo de 'Nature' presenta numerosos datos que demuestran de manera inequívoca la presencia de homininos en el sur de Europa en una fase muy temprana del Pleistoceno Inferior.
Según explicó a Europa Press José María Bermúdez de Castro, "este hallazgo confirma que muy poco después de la primera expansión demográfica de los homininos fuera de África se produjo una nueva expansión hacia el este y el oeste de Eurasia desde regiones como Próximo Oriente, que representa un verdadero cruce de caminos entre los tres continentes. En Europa, el extremo occidental, debió producirse un fenómeno de especiación, que nosotros identificamos con 'Homo antecessor'".
El fósil humano consiste en la región anterior de la mandíbula, denominada sínfisis, y en su parte externa se localiza el mentón, como el de los humanos actuales, de una mandíbula que conserva algunos dientes, además de un segundo premolar inferior del mismo individuo encontrado un par de días antes en el mismo nivel y del que se informó en junio de 2007. Los investigadores descubrieron hasta un total de 32 herramientas de sílex que estos homininos posiblemente utilizaron para aprovechar la carne de algunos grandes herbívoros, como muestran las marcas que los útiles líticos dejaron sobre algunos huesos animales.
"El fragmento de mandíbula encontrado en el yacimiento de la Sima del Elefante tiene rasgos muy arcaicos, que recuerdan a los que presentan los homininos de Dmanisi, pero también tiene rasgos de aspecto 'más moderno'; es decir, un mosaico de caracteres que la hacen única. Provisionalmente, hemos asignado este fósil a la especie Homo antecessor, puesto que los yacimientos están muy próximos y su distancia en el tiempo tampoco es excesiva", añade Bermúdez de Castro.
TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN Y NUEVAS OPORTUNIDADES
El nivel donde se descubrieron los fósiles fue datado mediante el método de núclidos cosmogénicos producidos por exposición a los rayos cósmicos. Los investigadores analizaron las concentraciones de aluminio y berilio en granos de cuarzo obtenidos en este nivel. La relación isotópica de estos dos elementos varía con una tasa determinada, una vez los granos de cuarzo quedan enterrados. Mediante este "cronómetro geológico" se ha determinado una edad de 1.200.000, con un periodo de oscilación de 160.000 años de antigüedad para el nivel del yacimiento en el que se encontraron los fósiles que concuerda bien tanto con los estudios de paleomagnetismo como con los de biocronología.
Según explica Bermúdez de Castro, este hallazgo se suma a otros muchos descubrimientos realizados en la Sierra de Atapuerca, que han propiciado la creación de un área cultural única sobre evolución humana, en la que destaca la construcción del futuro Museo de la Evolución Humana de Burgos. "Así, pues, además de avanzar en el conocimiento de nuestros orígenes, con toda la carga filosófica que ello conlleva, este hallazgo va a contribuir a fomentar e incrementar un turismo de calidad en interior en Castilla y León y en particular en la ciudad de Burgos y alrededores de la Sierra de Atapuerca", afirma el investigador.
BUSCANDO LOS ORÍGENES
Bermúdez de Castro señala que hasta finales de los ochenta del siglo pasado los científicos pensaban que los primeros europeos habían llegado hacía tan sólo medio millón de años aunque existían datos de hasta un millón de años en el otro extremo de Eurasia, en la Isla de Java. "A principios de los noventa, comenzaron a encontrarse homininos muy primitivos en el yacimiento de Dmanisi, en la actual República de Georgia y a poco kilómetros del Cáucaso.
Los fósiles de este yacimiento se dataron en 1,7 millones de años y representaban los homininos más antiguos de Eurasia, prácticamente 'a las puertas de Europa'. Al mismo tiempo, se confirmaba que los fósiles de Homo erectus de Java eran más antiguos y podían llegar hasta 1,6 millones de años".
Los fósiles encontrados en 1994 en el yacimiento de la cueva de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca (Burgos), con un dato de entre 800.000 y 900.000 años, representaban a los homininos más antiguos encontrados en Europa y fueron atribuidos a una nueva especie, la del 'Homo antecessor'.
También se habían encontrado herramientas de piedra en yacimientos como Fuente Nueva 3 y barranco León, en la Cuenca de Guadix Baza (Granada) que anunciaban una colonización de Europa anterior a un millón de años. "Era pues sólo cuestión de tiempo que aparecieran homininos del Pleistoceno Inferior con una antigüedad superior al millón de años, y acercarse así al dato de la Isla de Java", añade el investigador.