El joven de 21 años tiroteado ayer por un policía está en muerte cerebral a la espera de la donación de órganos

Actualizado: domingo, 2 diciembre 2007 19:24

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El joven de 21 años, Alejandro G.C., tiroteado ayer por un policía nacional en un polígono de Fuenlabrada se encuentra en "muerte cerebral" como consecuencia de la heridas provocadas por la bala que le atravesó el cráneo, según informó a Europa Press la madre de uno de los seis chavales con los que se encontraba en el momento del suceso.

Ahora, el joven permanece asistido en el Hospital Universitario de Getafe a la espera de proceder a la donación de órganos deseada por la familia, después de haber permanecido en la UVI desde la madrugada del sábado.

Los jóvenes, de 21 y 22 años, testificaron ayer en dependencias policiales hasta las 14 horas y después tuvieron que ser sedados para poder descansar a la luz de la conmoción emocional del incidente en el que Alejandro recibió un disparo de bala. Hoy, todos ellos han querido acercarse a ver a su amigo al hospital.

Por el momento, no han presentado denuncia contra Oscar G.M, de 28 años, el policía nacional perteneciente a la Brigada Provincial de Información, que disparó varias veces con su arma reglamentaria, tras un pique en la carretera que les llevó a desviarse al Polígono Los Gallegos de Fuenlabrada.

La versión de los hechos está siendo investigada por la Policía, puesto que según el agente los jóvenes le acorralaron, golpearon y amenazaron, extremo que desmiente el grupo de chavales, que asegura que el policía disparó sin motivo.

En el altercado también resultaros heridos otros dos jóvenes: Francisco B.D. y Raúl A.M., ambos trasladados al Hospital de Fuenlabrada con heridas de bala en el tórax y en el hombre, respectivamente y posteriormente dados de alta.

Los hechos tuvieron lugar minutos después de las cuatro de la madrugada. De acuerdo con el testimonio del agente, los seis jóvenes se abalanzaron contra él con la intención de agredirle. Se sintió amenazado y con el objeto de reprimir una agresión sacó su arma reglamentaria. Temió entonces que se la arrebataran, debido a la diferencia numérica en el enfrentamiento y optó por disparar al suelo para que no quedaran balas en el cargador.

La Policía Científica está trabajando para determinar la trayectoria de los disparos y la reconstrucción de los hechos. Por su parte, agentes del Grupo 6º de Homicidios se han hecho cargo de las investigaciones y han tomado declaración a los testigos.