MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, defendió hoy en Madrid que "la producción de agua desalada en todo el arco mediterráneo requiere un consumo de energía inferior que el que supondría un trasvase del Ebro desde Cataluña a Almería".
Narbona hizo esta reflexión en el Seminario Permanente del Eurofórum para hablar sobre las oportunidades del cambio climático, en el que animó al empresariado español a invertir en reforestación de bosques porque son sumideros de CO2 que ahorran gases contaminantes a la atmósfera y ayudan a mitigar los efectos del cambio climático.
"Estamos trabajando para que se contemple de forma adecuada las inversiones en bosques --explicó--, por lo que en los próximos años tendremos ocasiones de inversión en este campo para las empresas españolas".
La titular de Medio Ambiente recordó que este tipo de inversiones en Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) son necesarias para que España pueda alcanzar los compromisos del Protocolo de Kioto en 2012. Así, resaltó la apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética, como la reconversión de antiguos vertederos incontrolados, que cuentan con una papel "satisfactorio" de las empresas españolas en América Latina.
En este sentido, subrayó que España ya ha suscrito acuerdos de transferencia de tecnología con prácticamente todos los países de América Latina, Egipto, China y Marruecos y que próximamente los hará con la India. "Además, participamos en los fondos internacionales de carbono y hemos creado el fondo españoles de carbono para disponer de financiación internacional", recordó.
INVERSIÓN EN ADAPTACIÓN.
Junto a las oportunidades de mitigación, también destacó las inversiones en la adaptación al calentamiento global, en especial la capacidad de las empresas españolas en las tecnologías del agua (modernización de regadíos, depuración y reutilización y desalación). "Nuestras empresas construyen plantas desalinizadoras en Londres, China y América Latina", indicó.
Narbona aseguró que ya se produce el doble de agua desalada que en 2004 y que en un par de años este volumen se multiplicará por cinco, con un consumo de energía que es la mitad que el de hace 10 años. "La producción de agua desalada en todo el arco mediterráneo requiere un consumo de energía inferior que el que supondría un trasvase del Ebro desde Cataluña a Almería", argumentó.
A las inquietudes de los empresarios sobre cómo se va a conjugar la eficiencia energética con la lucha contra el cambio climático, la titular de Medio Ambiente admitió que algunos países europeos llevan ventaja a España en lo que se refiere a la fiscalidad ambiental y recordó que el horizonte de la liberalización del sector energético permitirá una existencia de precios que refleje el coste de producir energía.
A ello se unirá, a partir de 2012, que el sistema de asignación de derechos de emisión dejará de ser gratuito en su totalidad para el sector energético, que deberá adquirirlo mediante subasta, y en un porcentaje todavía desconocido para el resto de sectores productivos. También recordó que cuando se habla de que la energía nuclear es más barata que las renovables se obvia que no existe en el mundo ninguna central nuclear que no este subvencionada.
Finalmente, la ministra se mostró satisfecha de que la propuesta de la Comisión Europea para la era post-Kioto haya introducido la equidad en el reparto del esfuerzo de reducción de gases de efecto invernadero. "Ahora España no cumple con Kioto y, sin embargo, emite un 20 por ciento menos que la media europea", concluyó.