PARIS 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, inició hoy en Marrakech su primera visita de Estado a Marruecos que, de manera altamente simbólica, durará tres días y estará marcada por la dimensión económica de la relación bilateral.
La agenda de Sarkozy en Marruecos será intensa: numerosos encuentros con el rey alauí, Mohamed VI, y la firma, esta misma noche, de varios acuerdos económico, el más relevante sin duda el de la línea del Tren de Alta Velocidad (TGV) entre Tánger y Marrakech. Mañana martes pronunciará un discurso en Rabat ante el Parlamento marroquí.
Pero el punto fuerte de la visita será el discurso que pronunciará Sarkozy para defender su proyecto de Unión Mediterránea mañana por la tarde en Tánger, frente al estrecho de Gibraltar y a 14 kilómetros de Europa, todo un símbolo de lo que pretende el jefe del Estado galo.
Una iniciativa que, según declara a 'Le Monde' el recién nombrado primer ministro marroquí, Abbas El-Fassi, Rabat acoge con agrado. Es, asegura, "una idea nueva" en la que cree, incluso admitiendo que hará falta tiempo para concretarla. "Es un proyecto que servirá, para empezar, para la paz", señaló al rotativo galo.
También se felicita Marruecos de que se haya "pasado la página" del colonialismo sin que por ello se impida a Francia dejar "su impronta" en el país magrebí. Además, recuerda que el Hexágono es el primer cliente y el primer proveedor de Marruecos, así como el primero de los inversores.
Otra cuestión que se examinará durante la larga visita de Sarkozy será la cuestión del Sáhara occidental. La parte marroquí sostiene que Rabat y París "tienen posiciones convergentes sobre este sensible asunto" y dan por hecho que la política de Nicolas Sarkozy no diferirá de la de su predecesor, Jacques Chirac.
SÁHARA E INMIGRACIÓN
"Nos sentimos apoyados por nuestros amigos franceses. La independencia del Sáhara es una hipótesis fuera de discusión y los franceses aprueban la vía de la autonomía", declaró por su parte el ministro marroquí de Comunicación, Jalid Naciri.
A su modo de ver, Francia es un país "responsable" que no busca "desestabilizar el magreb". Sarkozy no es por tanto, a priori, sospechoso de querer jugar la carta argelina en detrimento del Reino de Marruecos.
La coordinación en materia de lucha contra el terrorismo y la inmigración clandestina estarán igualmente en el orden del día de los encuentros, así como la cooperación en materia nuclear civil. En el ámbito judicial, los dos países firmarán acuerdos de cooperación, de ahí la presencia en Marruecos de la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati.
Es evidente que los responsables marroquíes han optado por "olvidar" el desplante diplomático sufrido el pasado mes de julio cuando Nicolas Sarkozy eligió para su primer desplazamiento oficial fuera de la UE una gira magrebí en la cual la primera parada fue Argelia y Marruecos la última.
El Palacio real pidió al jefe del Estado francés realizar más tarde una visita específica a Marruecos, que es justo lo que acaba de hacer Sarkozy. "Este episodio pertenece al pasado y la visita del presidente Sarkozy no es en esta ocasión un acontecimiento pasajero. Estamos plenamente satisfechos", dicen en Rabat.