MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, aseguró hoy ante el tribunal del 11-M que la nueva prueba pericial practicada sobre los restos de los explosivos localizados en los trenes y otros escenarios de la masacre "es importante pero no absoluta" y defendió la utilización de Goma 2 ECO en los atentados.
Defendió así la necesidad de contrastarla con las demás pruebas disponibles e indicó que el hecho de que los expertos no hayan podido determinar que marca de explosivo estalló en los atentados "no quiere decir que lo que estalló no fuera Goma 2 ECO". No se puede decir que como no se sabe que explosivo estalló todos los acusados no tuvieran relación.
Zaragoza definió la citada pericial como "una discusión intensa" en la que surgieron "criterios dispares". Recordó el proceso celebrado por las intoxicaciones sufridas por el consumo del aceite de colza y dijo que en aquella vista la percial tampoco fue uniforme.
"La Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo completaron la pericial con el resto de las pruebas de las que se desprendían hechos" que confirmaban la contaminación por este tipo de aceite, destacó.
"La pericial es una prueba más entre el cúmulo que debe ser valorado para determinar que es lo que estalló en los trenes", reiteró.
"DA IGUAL EL EXPLOSIVO"
Zaragoza detalló los resultados de los análisis y se refirió a la presencia en 22 de las 23 muestras recogidas en los focos de las explosiones de ftalato de dibutilo, exclusivo de la composición de la Goma 2 ECO.
Indicó que únicamente una de las muestras examinadas --la correspondiente a un polvo de extintor localizado en el tren de El Pozo-- contenía sustancias como la nitroglicerina o el dinitritolueno que, según algunos de los peritos de parte, la convierten en más cercana al Titadyne.
"Carece de sentido deducir que era Titadyne por una sola muestra de 23", dijo y señaló que, a pesar de ello, "da igual el explosivo que se utilizara" ya que lo importantes es "que todas las pruebas apuntan" a que los acusados en la causa fueron los responsables de la masacre.
"No se puede decir que, como no se sabe qué explosivo estalló, todos los acusados no tuvieran relación", agregó.
CONTRADICCIONES DE ZOUHIER
El fiscal jefe destacó, por otra parte, la existencia de múltiples contradicciones en las 11 declaraciones prestadas en total por el acusado Rafa Zouhier. Así, dijo que al comparar su contenido se comprueba que "no hay ninguna igual" y destacó que sus afirmaciones solo pueden ser consideradas válidas respecto a la celebración de reuniones en restaurantes Mc Donalds para concretar el tráfico de explosivos.
"Nunca informó suficientemente de la existencia de este tráfico", indicó, recordando que puso en contacto al acusado José Emilio Suárez Trashorras con el suicida Jamal Ahmidan, alias "El Chino" con objeto de que el primero proporcionara "decenas de kilos de explosivos que serían utilizados en los atentados.
Detalló las contradicciones en que incurrió Zouhier e indicó que cambió en varias ocasiones la relación de personas que participaron en este encuentro. Lo mismo, dijo, sucedió en las afirmaciones relativas a la entrega por parte de Suarez Trashorras de un detonador.
En cuanto al ex minero Zaragoza puso en duda que pudiera sufrir un episodio psicótico en el momento en que orquestó la operación de trafico de explosivos. Consideró suficientemente acreditado que Suarez Trashorras "no es un enfermo mental", como han declarado, recordó, los médicos forenses que declararon ante el tribunal
BASEL GHALYOUN
Zaragoza, explicó además ante el tribunal la retirada de la acusación de autoría material para Basel Ghalyoun, al que acusa ahora únicamente de pertenencia a banda armada, delito por el que pide 12 años de prisión.
Zaragoza se refirió a la declaración de una de las testigos visuales que, en un inicio le identificó en uno de los trenes de cercanías en el que se produjeron explosiones el 11 de marzo de 2004 y posteriomente cambió su declaración ante la sala.
Destacó que esta persona reconoció en las ruedas de reconocimiento a Ghalyoun y recordó que posteriormente cambió de opinión al encontrar en un libro sobre la masacre una foto del huido Daouh Ouhnane.