NUEVA YORK, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer por estrecho margen la creación de un tribunal internacional para procesar a los presuntos autores intelectuales y materiales del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, muerto en un atentado con bomba en el centro de Beirut, el 12 de febrero de 2005, en el que también murieron otras 22 personas.
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU fue aprobada con el respaldo de 10 miembros y cinco abstenciones --de Rusia, China, Sudáfrica, Indonesia y Qatar-- y ningún veto por parte de los cinco miembros permanentes del Consejo (con derecho de veto, es decir, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia).
El Ejecutivo libanés de Fuad Siniora --quien solicitó en dos ocasiones mediante el envío de sendas cartas al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la intervención del organismo internacional-- así como el Parlamento libanés deberán ratificar la propuesta antes del 10 de junio, ya que para esa fecha, de no hacerlo, la resolución de la ONU entrará formalmente en vigor, y con ella el establecimiento de la instancia judicial.
Mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Francia, los principales defensores de la actual resolución subrayaron la imposibilidad de no castigar los asesinatos políticos, los países que se han abstenido en la votación cuestionaron la capacidad de la ONU para eludir la soberanía del Parlamento libanés, organismo que debe ratificar también la creación de la instancia judicial, si bien su presidente, Nabi Berrih, del partido Amal y próximo a la milicia chií libanesa Hezbolá --que encabeza la oposición en Líbano-- se negó a convocar en meses pasados la sesión parlamentaria para someter a examen la creación del tribunal y motivo por el cual Siniora recurrió a la ONU.
En este sentido, los cinco países que se han abstenido en la votación alegaron que era innecesario establecer el tribunal a partir del capítulo 7 de la Carta de la ONU, dado que todas las resoluciones del organismo son vinculantes. Sin embargo, los tres países promotores del borrador insistieron en su inclusión.
La resolución invoca el capítulo 7 de Naciones Unidas para establecer el tribunal internacional, con el objeto de que el tribunal pueda establecerse sin la autorización del Ejecutivo y Legislativo libaneses, ya que dicho capítulo garantizaría su imposición por la vía militar si antes fracasa la vía diplomática.
Los detalles relativos a dónde se establecerá el Tribunal o su composición exacta son aspectos que deberán ser consensuados, pero fuentes diplomáticas estiman que hasta dentro de un año el tribunal no comenzará a funcionar. Se sabe que la corte se creará fuera de Líbano y que la mayoría de magistrados y el fiscal del caso serán internacionales.
A pesar de que dos informes del equipo investigador de la ONU sobre el asesinato de Hariri, dirigido por el fiscal belga Serge Brammertz, insisten en que el magnicidio estuvo "probablemente" motivado políticamente --detrás del cual estarían implicados parte de los servicios secretos tanto de Siria como de Líbano--, el presidente sirio, Bachar el Assad, ha asegurado que los sospechosos de nacionalidad siria serán juzgados en el país y descarta entregarlos al tribunal. A la muerte de Hariri, las tropas sirias evacuaron su país vecino, poniendo fin a 29 años de presencia militar en Líbano.
DISCREPANCIAS
El embajador chino ante la ONU, Wang Guangya, advirtió de que sólo un tribunal apoyado por todas las facciones en Líbano --las progubernamentales están a favor del tribunal, no así Hezbolá y sus aliados-- será eficaz, al tiempo que subrayó que la decisión del Consejo "alentará una serie de problemas legales y políticos" que, a su juicio, "seguramente añadirán incertidumbres inherentes a la ya turbulenta situación política y de seguridad en Líbano".
Asimismo, Wang, al término de la votación, lamentó que la resolución adoptada "creará un precedente en el Consejo de Seguridad de interferencia en asuntos domésticos y en la independencia legislativa de un Estado soberano".
Por su parte, el embajador ruso ante el organismo internacional, Vitaly Churkin, insistió en que a pesar de que Moscú apoya procesar a los asesinos de Hariri la decisión del Consejo, dijo, "esencialmente constituye una invasión de la soberanía de Líbano".
LOS DEFENSORES
Por el contrario, el embajador de Reino Unido, Emyr Jones Parry, aseguró que "el tribunal propuesto es vital para Líbano en nombre de la justicia y para la región", y rechazó que la medida se tratara de una "intervención caprichosa" en los asuntos internos del país. "Es una respuesta debatida por el Consejo, adoptada adecuadamente, a petición del Gobierno de Líbano", subrayó.
El embajador estadounidense, Zalmay Khalilzad, incidió en que "al adoptar esta resolución, el Consejo ha demostrado su compromiso con el principio de que no debe haber impunidad para los asesinatos políticos, en Líbano o en cualquier parte".
"Sabemos que era necesario y correcto que el Consejo actuara ahora", aseguró, y recalcó que "el tribunal también servirá para disuadir futuros asesinatos políticos". "Aquellos que tengan tentación de cometer crímenes similares sabrán que habrá consecuencias de perpetrar violencia política y (actos de) intimidación en Líbano", agregó.