MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ofreció en marzo a ETA la legalización de la izquierda abertzale y reactivar la búsqueda del acuerdo político a cambio de que la organización terrorista emitiera un nuevo comunicado, tres meses después de la explosión en la T-4 de Madrid-Barajas que acabó con la vida de dos personas, en el que garantizase que no habría más atentados, según informa 'Gara' en su edición de hoy.
En este encuentro, el Gobierno también ofreció la posibilidad de "abrir negociaciones en los dos carriles", es decir, "el político y el militar", a cambio de que "la izquierda abertzale" corrigiese "los estatutos del nuevo partido inscrito (Abertzale Sozialisten Batasuna --ASB--) para adecuarlos más a la Ley de Partidos" y de que ETA "garantizase además que no habrá atentados".
Las reuniones de marzo entre el Gobierno y ETA, en el que la delegación del Ejecutivo estuvo representada por una única persona --antes habían participado tres pero por cuestiones de "seguridad" se redujo el número de participantes--, y la de la organización terrorista sufrió la 'baja' de Jon Iurrebaso, arrestado en compañía de Kepa Suárez, supuso el primer "contacto directo" entre ambas partes tras el atentado de la T-4 y fue el preludio de las reuniones de mayo.
Así, mientras el Gobierno reclamaba un nuevo comunicado de la banda con "un compromiso firme y claro de renuncia a los atentados", la organización terrorista reivindicaba el cumplimiento de los acuerdos suscritos en 2005 y, especialmente, el "acuerdo político pendiente", según 'Gara'.
El Gobierno justificó su reclamación en que el atentado del 30 de diciembre había cercenado "el margen de acción de La Moncloa, además de dejar en entredicho la credibilidad de ETA". En este comunicado, el Gobierno no "pide un desarme, pero sí seguir sin atentados", dijo, según 'Gara', el representante del Ejecutivo.
La organización terrorista, por su parte, propuso "una fórmula de relanzamiento del proceso" apoyada en dos principios consensuados en 2005 pero, según su opinión, pendientes de aplicación: "acuerdo político" y "distensión bilateral".
Respecto a este último punto, según el diario abertzale, el representante del Gobierno ofreció, a cambio del citado comunicado, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera una declaración "en términos de distensión bilateral", aunque para la organización terrorista "la clave para apreciar" si había "voluntad" no era "ésta, sino el acuerdo político".
Según 'Gara', en este encuentro, el representante del Gobierno admitió que el Ejecutivo contaba con un "diseño" para recorrer el proceso, cuyo primer criterio era someterse siempre a "la Constitución y la ley". ETA, por su parte, justificó el atentado de la T-4 en el "incumplimiento de los compromisos desde el comienzo".
En cuanto a la detención de Iurrebaso, uno de los representantes de ETA en la negociación, la banda terrorista exigió su liberación "como premisa obvia para poder dar viabilidad" a las negociaciones, un arresto al que el representante del Ejecutivo se refirió como "accidente" y sobre el que aseguró que el Gobierno ya estaba haciendo gestiones ante Francia para liberarlo, dice 'Gara'. "Francia no garantiza seguridad", se justificó.
Esta reunión estuvo precedida de una carta de ETA dirigida al presidente del Gobierno en febrero, en la que la organización recrimina al Ejecutivo su "error" de dar por finalizado el proceso tras el atentado de la T-4 y le insta a profundizar en la negociación, "el único camino que puede conducirnos a un escenario de paz estable y definitivo".
Tras reiterar su intención "inequívoca" de reactivar el camino del diálogo y hacer un llamamiento al "desbloqueo" del proceso, ETA destaca el momento "trascendental" que se vive y emplaza a Zapatero "a actuar con altura de miras" y no caer "en la tentación de repetir ciclos de represión y fórmulas políticas que han fracasado, apartándose de la estrategia del PP y la extrema derecha y apostando definitivamente por una solución política y negociada".
"ETA le hace un llamamiento directo a actuar con la responsabilidad histórica que el momento requiere, sin caer en el error de cerrar las puertas a una solución negociada y democrática al conflicto", concluye la misiva.