La comunidad andaluza alberga el 81 por ciento de la población mundial de esta especie
ALMERÍA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía viene realizando los últimos años un especial esfuerzo con el objetivo de recuperar lugares de reproducción del Sapo Partero Bético, constatado como durante los últimos once años la población de esta especie ha aumentado considerablemente en la Sierra de los Filabres (Almería), donde ha pasado de las cinco localidades en las que se reproducía con éxito en el año 2000 a las 18 actuales y los censos de larvas reflejaban a comienzos de la década 987, en 2010 fueron censadas 6929.
En este sentido, según ha informado la Consejería a Europa Press, los técnicos del Programa de Conservación de los Anfibios Amenazados de Andalucía han constatado como durante los últimos once años la población de Sapo Partero Bético (Alytes dickhilleni) ha aumentado considerablemente en la Sierra de los Filabres (Almería). Así, la especie ha pasado de las cinco localidades en las que se reproducía con éxito en el año 2000 a las 18 actuales, considerando "más importante" el aumento del número de hembras reproductoras.
Asimismo, ha añadido que los censos de larvas que se realizan todos los años son claros en este sentido, así mientras que a comienzos de la década solo se censaron 987 larvas, en 2010 fueron censadas 6929, un dato muy significativo si se tiene en cuenta que se trata de una especie con "un escaso potencial reproductivo". Las hembras apenas ponen de 35 a 50 huevos, en contra de lo que sucede con otros anfibios, que ponen cientos o miles de huevos, ha precisado.
El Sapo Partero Bético es un anfibio endémico del sureste de la Península ibérica y su distribución se restringe a las zonas más altas y húmedas de las sierras béticas, estimándose que en Andalucía se encuentra el 81 por ciento de su población mundial. Esta especie presenta diversos problemas de conservación por lo que está considerada como una Especie Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por otro lado, ha señalado que la población de sapo de la Sierra de los Filabres está considerada como "una de las más amenazadas", de modo que en los últimos años la Consejería de Medio Ambiente viene realizando un especial esfuerzo con el objetivo de recuperar lugares de reproducción, fomentar el establecimiento de nuevas poblaciones y favorecer la conexión de otras ya existentes.
En este sentido, ha explicado que los primeros trabajos comenzaron en el año 2002, una primera fase en la que se realizaron una veintena de actuaciones en diferentes puntos de agua, a las que hay que sumar las 14 nuevas actuaciones realizadas en 2009, consistiendo estas en el arreglo de fuentes, el acondicionamiento y la creación de abrevaderos, la profundización de charcas colmatadas y la retirada de especies exóticas.
Las obras realizadas en esta segunda fase se enmarcan dentro del Programa para la Conservación de los Anfibios Amenazados de Andalucía, cofinanciado por la Consejería de Medio Ambiente y la Unión Europea con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). Dentro de este programa, durante el periodo 2009-2010 se ha realizado 75 actuaciones repartidas por toda Andalucía, habiéndose constatado ya en muchos de los caso el éxito de las mismas.
REPRODUCCIÓN EN EL SAPO PARTERO
Los sapos parteros se caracterizan por su peculiar estrategia reproductiva, pues durante el periodo de celo los machos emiten un reclamo aflautado parecido al del autillo (Otus scops) audible a cierta distancia, que atrae a las hembras y se produce el apareamiento que tiene lugar en tierra, al contrario que el resto de anfibios que lo hacen en el agua.
Así, según ha explicado, un macho, que puede reproducirse con hasta tres hembras, tras la reproducción se hace cargo del paquete de huevos y acarreara con ella hasta que las larvas están a punto de eclosionar. Por otro lado, ha indicado que el censo se realiza a través de las larvas que depositan en los puntos de agua de pequeña entidad y limpias que pueden ser contadas directamente, ya que, en otras ocasiones, es inviable el recuento directo de las larvas porque se reproduce en lugares muy grandes o turbios por lo que se recurre a censarlas mediante técnicas de captura-recaptura.