Buscador Carmenes supera con éxito su fase de pruebas en Calar Alto

El buscador de exoplanetas Carmenes, instalado en Calar Alto
EUROPA PRESS/REMITIDA
Actualizado: jueves, 17 diciembre 2015 14:11

ALMERÍA 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Carmenes, el innovador instrumento diseñado para buscar planetas similares a la Tierra, ha superado con éxito su fase de pruebas en el telescopio del Observatorio Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto, en Gérgal (Almería), después de cinco años de preparación.

Este instrumento, altamente complejo, fue empleado por primera vez en noviembre en el telescopio de 3,5 metros de Calar Alto en Almería operado conjuntamente por la Sociedad Max-Planck (MPG) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Carmenes, diseñado y construido por un consorcio internacional de once instituciones alemanas y españolas, consta de dos espectrógrafos optimizados para la detección de planetas en torno a estrellas cercanas, por lo que, según han indicado desde Calar Alto en un comunicado, constituirá "un hito" para una de las ramas más interesantes de la exploración del espacio; la búsqueda de una segunda Tierra.

Por medio de la búsqueda de planetas fuera de nuestro Sistema Solar, los llamados exoplanetas, los investigadores quieren entender cómo y dónde se forman estos cuerpos, y si ofrecen condiciones que podrían sustentar la vida. Por ahora, han sido descubierto más de dos mil exoplanetas.

"Sin embargo, la mayoría son hostiles para la vida", ha explicado Andreas Quirrenbach, investigador que encabeza el proyecto, quien ha señalado que buscarán "planetas en torno a enanas rojas (o enanas M), estrellas más pequeñas que ofrecen las condiciones para la existencia de agua líquida en órbitas cercanas y en las que sí podemos detectar las oscilaciones producidas por planetas similares al nuestro". Además, la longevidad de este tipo de estrellas y de sus posibles sistemas planetarios constituye una condición necesaria para el desarrollo biológico a largo plazo.

Otro de los investigadores, Pedro Aguado, quien colidera el proyecto y cuyo grupo ha desarrollado el espectrógrafo infrarrojo, ha apuntado que las enanas rojas "son mucho más frías y rojizas" que el Sol, de modo que "teníamos que observar tanto en el visible como en el infrarrojo, lo que constituye una de las fortalezas de Carmenes ya que ningún otro instrumento del mundo puede hacer esto".

600 NOCHES DE OBSERVACIÓN

Dadas las características e importancia científica del proyecto, el Observatorio de Calar Alto ha garantizado un mínimo de seiscientas noches de observación en el mayor de sus telescopios para Carmenes. "Proyectos con tan alta dedicación son poco habituales en la astronomía moderna", ha afirmado Jesús Aceituno, vicedirector del Observatorio para el que este instrumento en funcionamiento convertirá al observatorio "en una referencia internacional en la búsqueda de planetas de tipo terrestre y se situará en la vanguardia de la instrumentación astronómica".

La detección de exoplanetas mediante imagen directa constituye un gran reto debido al resplandor de sus estrellas madre, miles de millones de veces más brillantes que los planetas y muy próximas a ellos, de modo que los científicos aprovechan la fuerza gravitacional ejercida por los planetas en sus estrellas anfitrionas.

"Estrella y planeta giran como si se tratara de dos patinadores cogidos de la mano pero si uno de los patinadores es muy pequeño y ligero, el otro solo se tienen que mover un poco", ha trasladado Ignasi Ribas, encargado de la planificación del programa de observación.

En el caso de las estrellas y los planetas, la disparidad de sus masas es tan grande que la estrella se mueve a una velocidad de unos pocos metros por segundo, mientras que los planetas giran a su alrededor a velocidades de kilómetros por segundo. Pero es el lento movimiento de la estrella lo que revela la presencia del planeta, al generar reveladores bamboleos de líneas en el espectro estelar llamados desplazamientos Doppler.

Estas oscilaciones son causadas por cambios periódicos muy pequeños del color espectral observado en la estrella debido a su movimiento con respecto al observador. Debido a su tecnología de vanguardia estos pequeños cambios son, de hecho, detectables con Carmenes.

PRIMEROS DATOS CIENTÍFICOS, EL 1 DE ENERO

Walter Seifert, responsable de la construcción del espectrógrafo visible, ha explicado que tenían que que hacer el instrumento "lo suficientemente estable como para poder medir estos pequeños movimientos de las estrellas acercándose y alejándose de nosotros durante su danza orbital".

"La combinación de los datos de dos espectrógrafos nos proporcionará mucha más información que cualquier instrumento anterior y nos permiten distinguir si estamos viendo el movimiento orbital de un planeta o manchas en la superficie de la estrella", ha añadido Ansgar Reiners, quien ha realizado los cálculos detallados de lo que podrá medir y espera que "podamos descubrir docenas de planetas potencialmente habitables en los próximos años".

Para hacer esto posible, el rendimiento de Carmenes se ha caracterizado y optimizado durante las últimas semanas. El equipo espera para recoger los primeros datos científicos en el primer día de 2016. Las once instituciones que forman el consorcio CARMENES Max-Planck-Institut für Astronomie, Heidelberg (Alemania); Instituto de Astrofísica de Andalucía, Granada (España) ; Landessternwarte Königstuhl, Zentrum für Astronomie der Universität Heidelberg (Alemania); Institut de Ciències de l'Espai, Barcelona (España); Insitut für Astrophysik, Georg-August-Universität Göttingen (Alemania); Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Astrofísica (España); Thüringer Landessternwarte Tautenburg (Alemania); Instituto de Astrofísica de Canarias, Tenerife (España)
Hamburger Sternwarte, Universität Hamburg (Alemania); Centro de Astrobiología, Madrid (España) y Centro Astronómico Hispano-Alemán, Calar Alto (Alemania-España)

Carmenes ha sido financiado por la Sociedad Max Planck (MPG), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y los miembros del consorcio CARMENES, con contribuciones del Ministerio de Economía y Hacienda español (MINECO), el estado de Baden-Württemberg, la Fundación Alemana para la Ciencia (DFG), la Fundación Klaus Tschira (KTS), la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través de los fondos Feder/ERF.

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