Aboga por incorporar "nuevos cauces de comunicación" con los ciudadanos aprovechando las nuevas tecnologías
CÁDIZ, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El VIII Foro Parlamentario Iberoamericano, reunido este jueves en Cádiz dentro del programa de actos del bicentenario de la Constitución de 1812, ha subrayado que el principio de "la soberanía nacional" está más vigente que nunca.
Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado uno de los grupos de trabajo que se ha reunido en el marco de este cónclave iberoamericano, referido a "los desafíos de la democracia constitucional", y que será estudiado en la correspondiente Sesión Plenaria.
"Los principios establecidos por la Constitución de Cádiz como son la soberanía nacional, la libertad individual, la representación, la separación de poderes y la igualdad ante la ley se encuentran más vigentes que nunca en la comunidad iberoamericana", comienza el documento.
"CRISIS" DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
Pero, además, el mismo aboga por encontrar "nuevas respuestas" desde el plano constitucional a la "crisis" de la democracia representativa, incorporando "nuevos cauces de comunicación" de las instituciones con los ciudadanos, fomentando la votación y participación ciudadanas y reconociendo el valor de las nuevas tecnologías en este proceso de comunicación.
Asimismo, destaca la importancia de la conocida como 'La Pepa' como vínculo de unión histórica en el seno de la comunidad iberoamericana --y raíz de numerosos textos constitucionales--, y remarca su compromiso con el desarrollo de la democracia constitucional, la vigencia del Estado de Derecho, el respeto y la promoción de los derechos humanos, el cumplimiento de las leyes y la cohesión social en el uso adecuado de los recursos del Estado.
LA PROTECCIÓN DE LAS MINORÍAS
Además, el Foro apuesta por concretar los criterios universales de justicia "garantizando los derechos fundamentales, la protección de las minorías y la subordinación del poder al Derecho", y por lograr que los textos constitucionales respondan a acuerdos que la sociedad "debe alcanzar para fomentar la libertad y la felicidad del pueblo"
Entre las conclusiones también está la de asegurar que los procesos de evolución constitucional guarden los valores racionales del constitucionalismo e interpreten su naturaleza universal, principalmente a través de una práctica política de colaboración y diálogo entre los Estados y la promoción de una cultura cosmopolita, y la de afirmar la dignidad humana como principio rector de las normas y acciones de los pueblos y el compromiso activo de la comunidad iberoamericana para conseguirlo.