CÁDIZ 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando desde hace casi un año en el Teatro Romano de Cádiz por parte de la Junta de Andalucía en colaboración con el área de Arqueología de la Universidad de Cádiz (UCA), han permitido situar la fecha de construcción del mismo a finales del siglo I antes de Cristo.
Según han explicado en rueda de prensa el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Manuel Jiménez Barrios, la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, y responsables de las excavaciones de la UCA, hasta que estos sondeos arqueológicos han venido a constatarlo, sólo se tenía constancia de la fecha de construcción del teatro a través de referencias literarias.
Otros aspectos destacados de estos trabajos son, entre otros, que el Teatro Romano de Cádiz estuvo unos 200 años "a pleno rendimiento" y que se ha encontrado la grada de los nobles.
Detallan que gracias a los sondeos se han documentado íntegramente siete gradas de la 'ima cavea', de las cuales sólo se conserva la cimentación en sillería del graderío. También se ha documentado un pasillo y el asiendo de una barandilla de separación entre el graderío propiamente dicho y los asientos más nobles del teatro.
La cimentación se conserva prácticamente completa tanto al este como al oeste del área de excavación, permitiendo la total restauración de las zonas vacantes en el futuro.
Durante el desarrollo de la intervención se han exhumado unos 500 sacos de materiales muebles con miles de artefactos cerámicos y biofactos, entre los que se destacan abundantes cerámicas medievales almohades de diversa procedencia y factura.
Aunque de época romana ha aparecido un menor número de materiales, destacan la cantidad y variedad de placas marmóreas que dan prueba de la riqueza que el monumento tuvo que atesorar en su programa decorativo, así como del intenso expolio que el monumento vivió desde su abandono. Destacan tres columnas de ónice africano, un casetón, una cornisa de mármol blanco italiano y una veintena de fragmentos de inscripciones funerarias.
La intervención arqueológica, una vez ultimada, dejará al descubierto un 30 por ciento más de la parte actualmente visible del Teatro Romano.