FUENTE PALMERA (CÓRDOBA), 18 (EUROPA PRESS)
El Defensor del Pueblo Europeo ha admitido a trámite la queja presentada por Francisco Adame, el vecino de Fuente Palmera (Córdoba), afectado por la presencia de una vaqueriza ilegal junto a su casa y que, a pesar de que el propietario cuenta con un decreto del cierre de la instalación, la actividad aún continúa.
Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, la entrada de la reclamación se hizo el 29 de marzo, fecha desde la que será gestionada por el Defensor del Pueblo Europeo sin que ello afecte a la interrupción de los plazos de recurso fijados en los procedimientos judiciales o administrativos.
Este vecino comenzó en marzo de 2008 una serie de protestas, como el encierro que llevó a cabo en la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba. En julio de ese año llegó incluso a entregar excrementos de vaca como método de protesta en varias instituciones, como en las delegaciones de Medio Ambiente, de Agricultura, de Salud y de Gobernación de la Junta de Andalucía en Córdoba, además de en la Diputación, el Ayuntamiento de Fuente Palmera y en la Fiscalía de Córdoba.
SIN PERMISOS
Adame lamentó tener que recurrir a medidas como ésta, pero recordó entonces que, desde el alcalde de su municipio y hasta los delegados de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta no le habían servido "para nada" y le habían demostrado que "no tienen competencias" para hacer que la orden de cierre de esa vaqueriza se haga efectiva.
Llegó también a reunirse con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, para intentar solventar su problema, que se originó cuando Francisco Adame denunció que esta vaqueriza está ubicada junto a su casa desde 1992 "sin permisos, ni ningún tipo de licencias"; viviendo desde entonces, junto a su familia, una situación de "impotencia, ya que incluso teniendo un decreto de cierre de esta actividad por parte del Ayuntamiento y de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta, no se cumple".
La Junta de Andalucía, tras la denuncia realizada el 31 de agosto de 2006 por este vecino contra el propietario de la explotación ganadera, acordó en una resolución, de febrero de 2008, la inmediata suspensión de la actividad "ante el riesgo de que se produzcan daños de carácter irreparable en el medio ambiente, en tanto que la actividad se ejerce de forma irregular, sin haberse sometido al procedimiento de Informe Ambiental que le era aplicable y, en consecuencia, sin la obtención de la oportuna licencia municipal, en la que se recojan las condiciones que garanticen el cumplimiento de la normativa ambiental".
En su denuncia, Adame apuntaba a la "existencia de vertidos de residuos de excrementos, causando una gran contaminación medioambiental" en el paraje del Arroyo de la Plata, donde se encuentra ubicada la vaqueriza.