MADRID 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Biocarburantes de Castilla y León, empresa participada al 50 por ciento por Ebro Puleva y Abengoa Bioenergía, reanudará en las próximas semanas la producción de bioetanol en su planta de Babilafuente (Salamanca), paralizada desde septiembre de 2007, informó hoy la sociedad.
El incremento de la demanda de bioetanol en Europa, fruto de la fijación de obligaciones legales de uso de biocarburantes en un número creciente de países, permite a la firma reanudar de nuevo las operaciones de esta central, que está a la espera de que en 2009 entre en vigor la ley española que fija la obligación de uso de biocarburantes en gasolinas y gasóleos.
La planta de Babilafuente, que inició su actividad en abril de 2006, fue diseñada para producir bioetanol destinado a su mezcla directa con gasolina en el mercado español, con el objeto de cumplir con los objetivos de la Directiva Europea de 2003 sobre fomento del uso de biocarburantes y con el Plan de Energías Renovables aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 2005.
La falta de una obligación legal de uso del bioetanol como carburante en España obliga a Biocarburantes de Castilla y León a vender su producción en otros mercados europeos muy distantes y con elevados gastos logísticos, apuntó la sociedad, que recalcó que se trata de una solución "costosa".
Según indicó, esta medida sólo resulta viable cuando el resultado es "menos gravoso que el que se deriva de mantener la fábrica sin actividad sin alterar los compromisos con sus trabajadores".
La firma participada por Ebro Puleva y Abengoa confió en que la Ley impulsada por el Gobierno en julio de 2007 que fija la obligación de uso de biocarburantes en gasolinas y gasóleos servirá para estimular la demanda nacional.
PLENA OPERATIVIDAD.
"La implantación urgente de medidas que desarrollen la obligación de mezclas en España supondrá el inicio de la creación de un mercado nacional de bioetanol y debería permitir recuperar la plena operatividad de la planta de Salamanca", destacó.
La sociedad agregó que sólo estas medidas y la consecuente estabilidad del sector facilitarían a Biocarburantes de Castilla y León los recursos económicos necesarios para desarrollar el programa de investigación y desarrollo tecnológico en biocarburantes de segunda generación (biomasa celulósica), cuya primera planta prototipo a nivel mundial, utilizando paja de cereal, está siendo construida por Abengoa en la fábrica de Babilafuente.
La empresa, que emplea en la actualidad a 103 personas y genera de forma indirecta alrededor de 540 puestos de trabajo, mantiene su objetivo de ofrecer "la alternativa de los biocarburantes, cuyas posibilidades de desarrollo siguen intactas, ya que su consumo de materias primas escasamente representa el dos por ciento de la producción cerealista española y se ajusta a la política de diversificación energética y de lucha contra el cambio climático de la UE".