Es el sector que más crecimiento experimentará en los próximos años por la elevada demanda de tratamientos médicos y de belleza
MÁLAGA, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La Costa del Sol quiere convertirse en un polo de atracción cada vez mayor para turistas que tienen como principal objetivo de su viaje la salud y los tratamientos médicos. Así, el presidente del Patronato de Turismo malagueño, Elías Bendodo, ha señalado que las previsiones apuntan a que en 2017 lleguen 40.000 viajeros motivados por dicho segmento, que podría generar 300 millones de euros.
El turismo de Health & Wellness, que es la nueva marca para el turismo de Salud y Bienestar creada por el Patronato, dentro de su estrategia de segmentación y especialización, hay que promoverla y, además, según Bendodo, debe ser "un elemento de unión" del sector en la provincia, fundamentalmente por su capacidad y experiencia en la promoción turística.
Los principales mercados emisores de turismo de salud a nivel europeo son Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda o los países escandinavos, "precisamente los que la Costa del Sol ya tiene fidelizados y conoce en profundidad". Además, el Gobierno de España reconoce a la Costa del Sol como uno de los "polos" de referencia en su último informe sobre este segmento.
La creación de la marca, ha recordado a Europa Press el presidente provincial, tiene muy en cuenta también al turista del siglo XXI, "cada vez más selectivo y que exige unos servicios más orientados a sus motivaciones". Health & Wellness ha contado con el respaldo de los profesionales del sector y con el apoyo de la Universidad de Málaga (UMA).
Su objetivo es aunar las distintas plataformas e iniciativas privadas que ya funcionan en la Costa del Sol y las que se puedan poner en marcha en un futuro. Así, abarca todo el turismo sanitario y de intervenciones médicas (cirugía plástica, cardíaca, reproducción asistida, etcétera) y el de tratamientos y servicios de bienestar (balnearios, SPA, etcétera).
Además, Málaga tiene como aval el contar con la mitad de las plazas hospitalarias privadas de Andalucía y con una planta hotelera adaptada a este segmento, puesto que el 90 por ciento de los hoteles de cinco estrellas y la mitad de los de cuatro cuentan con servicios de bienestar.
El Patronato, dentro de la estrategia de promoción, prevé para este año un plan de acción para que la Costa del Sol se posicione y tenga un papel de liderazgo en el segmento de salud y bienestar a nivel internacional.
Precisamente, la Costa del Sol ha recibido el primer viaje de familiarización de operadores y profesionales relacionados con el segmento Health & Wellness, organizado por el Patronato, la Cátedra de Turismo y Bienestar de la UMA y el clúster Tourism & Health Spain.
Así, estos profesionales conocieron la oferta de los servicios sanitarios de la provincia, su reconocimiento internacional, su competitividad en precios y la seguridad jurídica, unida a la ya conocida imagen de la Costa del Sol como destino internacional consolidado.
PERFIL DEL VIAJERO DE SALUD
Se trata del segmento con mayor potencial de crecimiento en los próximos años, han indicado desde el Patronato. De hecho, la demanda de estos servicios asociados al turismo está incrementándose y, por ello, estos profesionales conocieron hoteles, hospitales privados y centros de ocio.
En la actualidad, este segmento mueve unos 70.000 millones de euros en todo el mundo y un número de viajeros que oscila entre los 30 y los 50 millones cada año. Además, se calcula que la cifra de estos turistas en Europa alcanza los nueve millones anuales, aunque este dato podría aumentar hasta en un 90 por ciento en el año 2020.
El perfil del turista de Salud y Bienestar se corresponde en su mayoría con personas mayores de 50 años que demandan tratamientos antiedad y otros servicios de cirugía (cardíaca, urológica, etcétera).
No obstante, también se ha observado una bolsa de personas más jóvenes que optan por tratamientos estéticos y dentales. Su poder adquisitivo se sitúa en una horquilla media-alta y el gasto medio puede suponer hasta 10 veces más que el del turista vacacional. Su estancia es superior a la media, ya que oscila entre los 10 y los 20 días, dependiendo del tratamiento, y sus hábitos de consumo van asociados a una oferta complementaria que ofrezca otras opciones turísticas como cultura o gastronomía.