Ministerio traslada que es "desfavorable" a la construcción de la Refinería Balboa y su oleoducto

Actualizado: jueves, 29 marzo 2012 16:36

MADRID/MÉRIDA 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha trasladado este jueves a la Junta de Extremadura su propuesta de Declaración de Impacto Ambiental (DÍA) "desfavorable" a la Refinería Balboa, cuyo oleoducto preveía ir desde Extremadura hasta la costa de Huelva, por su "potencial impacto sobre el entorno de Doñana".

El proyecto incluye la construcción de una refinería de petróleo, ubicada en el término municipal de Los Santos de Maimona (Badajoz), así como otras instalaciones auxiliares tales como un oleoducto de aproximadamente 200 kilómetros cuyo trazado discurre por las provincias de Huelva, Sevilla y Badajoz.

En su informe, los técnicos del Ministerio consideran que la iniciativa es "ambientalmente inviable" por su potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, "el más emblemático" de la red española de espacios protegidos, así como por sus afecciones al medio marino, en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima 'Frente de Doñana'.

Además, la propuesta de DIA advierte de "riesgos ambientales" relacionados con los vertidos líquidos y la generación de residuos peligrosos de las instalaciones proyectadas, y considera que el proyecto, ubicado a más de 180 kilómetros de la costa, "incumple los objetivos de eficiencia energética" recogidos en la normativa europea.

Asimismo, en la propuesta trasladada a la comunidad autónoma extremeña, el Ministerio señala que se ha atendido a otras razones que "desaconsejan" la iniciativa, como la afección al paisaje y al patrimonio cultural, ya que la refinería se sitúa en una parcela atravesada por la Vía de la Plata, que forma parte del Camino de Santiago.

Igualmente, debido a que el proyecto podría suponer posibles "efectos transfronterizos", Portugal ha manifestado su oposición, igual que diversos organismos internacionales como la UNESCO, que han trasladado al Ministerio su rechazo.

La autorización final del proyecto corresponde al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, si bien el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es el competente para la evaluación de impacto ambiental.

A partir de ahora, la Junta de Extremadura tendrá un plazo de 15 días para pronunciarse sobre la propuesta del MAGRAMA y si en ese plazo no se recibe contestación, Medio Ambiente formulará su declaración de impacto ambiental (DÍA) en estos términos propuestos.

En este contexto, el Ministerio destaca que, con esta resolución, su titular, Miguel Arias Cañete, resuelve un procedimiento abierto hace casi ocho años, en 2005 y "cumple su compromiso de agilizar las evaluaciones ambientales".

HISTORIA DE UN PROYECTO POLÉMICO

Con la propuesta se cierra un asunto polémico que ha acaparado la atención constante de los medios de comunicación extremeños, y ocasionalmente de los nacionales, y que ha dado síntomas de agotamiento desde comienzos del presente 2012, primero en enero con el abandono del Grupo Gallardo del que fue durante años su consejero delegado y hombre destacado, Juan Sillero, y posteriormente, en febrero, del director y principal soporte intelectual del proyecto de refinería, el venezolano Edgar Rasquin.

El proyecto de la Refinería Balboa fue presentado el 16 de diciembre de 2004 en un pleno de la Asamblea de Extremadura por el entonces presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Tras aquella presentación original e ir superando los trámites burocráticos correspondientes, el proyecto llevaba tres años y medio estancado en el Ministerio de Medio Ambiente, donde ha pasado por las manos de tres ministras de Rodríguez Zapatero --Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar--, quienes siempre evitaron pronunciarse de forma clara, hasta recaer finalmente la decisión en un gobierno del Partido Popular, con Miguel Arias Cañete como titular del departamento al que ha correspondido la responsabilidad definitiva.

En los últimos siete años y más de tres meses la Refinería Balboa ha generado polémica constante y en ocasiones intensa por el fuerte rechazo que generó en ecologistas e Izquierda Unida, en contraposición a la defensa del mismo que exhibieron los gobiernos autonómicos socialistas de Ibarra y Fernández Vara. En cuanto al Partido Popular, pasó de la oposición de Carlos Floriano a una postura inicialmente favorable pero siempre condicionada a una DIA positiva por parte de José Antonio Monago, quien llegó a reunirse con Gallardo en Jerez de los Caballeros cuando todavía no era presidente regional.

En todo caso, el PP decidió posteriormente, en sintonía con Izquierda Unida en el parlamento regional, suspender la aportación de fondos públicos al proyecto, postura que se sustanció el pasado mes de diciembre en la cámara legislativa autonómica.

El proyecto industrial ha estado liderado desde sus inicios por el Grupo Alfonso Gallardo como accionista mayoritario. Este grupo extremeño tiene su sede principal en el municipio de Jerez de los Caballeros (Badajoz), del que era natural el conquistador Vasco Núñez de Balboa, de ahí el nombre que se escogió para esta iniciativa empresarial.

La Refinería Balboa estuvo amparada hasta las últimas elecciones autonómicas por el Ejecutivo regional extremeño, no sólo política e institucionalmente, sino también financieramente, porque la sociedad pública Sofiex formaba parte del accionariado, junto a socios como Iberdrola, BBVA, Caja Madrid y Caja Extremadura.

La última disputa pública que ha motivado la Refinería Balboa han sido unas declaraciones de Alfonso Gallardo, propietario del grupo industrial, el pasado mes de diciembre a la prensa regional, en las que recriminaba a Guillermo Fernández Vara por su supuesto escaso carácter a la hora de defender el proyecto ante Rodríguez Zapatero. Gallardo ha llegado a acusar a Vara de carecer de 'redaños'.

Según el proyecto original, la Refinería Balboa generaría 3.000 puestos de trabajo y supondría unos ingresos en impuestos para la comunidad autónoma de 2.500 millones de euros al año. Su capacidad seria de 110.000 barriles diarios y se preveía una facturación anual de más de 5.000 millones de euros, a precios del barril de 50 euros. Se le estimaba capacidad para proporcionar un tercio del queroseno y una quinta parte del gasoil que España importa del extranjero.