Un informe del Observatorio Andaluz de Cambio Climático de Sierra Nevada revela el método de seguimiento y prevención
SEVILLA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las poblaciones de cabra montés y jabalí de Sierra Nevada están siendo "intensamente monitorizadas", no solo a nivel poblacional sino también respecto a las enfermedades que le afectan, integrando la vigilancia epidemiológica con aspectos ecológicos, demográficos y reproductivos, para evaluar su situación.
Así, el informe 'Metodologías de seguimiento. Observatorio de Cambio Global Sierra Nevada', al que ha tenido acceso Europa Press, recuerda que los informes del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático y de la Organización Mundial de la Salud alertan sobre cambios de los patrones y de la distribución de las enfermedades "potencialmente" graves.
En este sentido, señala que determinadas enfermedades son "sensibles" al clima, influyendo sobre la frecuencia y distribución y los vectores de trasmisión y pueden tener "un impacto no solo sobre la salud humana, sino también sobre la cabaña ganadera y sobre la fauna silvestre", sobre todo en el caso de especies amenazadas, que pueden ser "empujadas a la extinción" por determinados eventos.
Además, continúa explicando que la interacción de estas variables en un determinado tiempo y lugar tiene como consecuencia el establecimiento de escenarios epidemiológicos propicios para "la emergencia de enfermedades infecciosas", definiendo como enfermedad infecciosa emergente a aquella cuya incidencia ha aumentado en los últimos años o corre riesgo de aumentar en los próximos.
Al hilo de esto, el apartado del informe denominado 'Seguimiento de enfermedades emergentes en fauna autóctonas' y elaborado por el Observatorio Andaluz de Cambio Climático de Sierra Nevada, pues en marcha la Consejería de Medio Ambiente y la Universidad de Granada, así como el Centro Andaluz de Medio Ambiente (Ceama), señala que la fauna silvestre se considera "el reservorio más importante de más del 70 por ciento de todas las enfermedades emergentes", por lo que se requiere de "mecanismos nuevos de vigilancia y de prevención".
Por eso, según anuncia el estudio, las poblaciones de cabra montés y jabalí de Sierra Nevada están siendo "intensamente monitorizadas", no solo a nivel poblacional sino también respecto a las enfermedades que le afectan, integrando la vigilancia epidemiológica con aspectos ecológicos, demográficos y reproductivos.
Con respecto a la población de cabrá montés en el Espacio Natural de Sierra Nevada, señala que parte de ésta "sufre desde 1992 sarna", cuya prevención incluye medidas para evitar o prevenir la enfermedad en grupos no infectados. La principal herramienta para el manejo de la sarna consiste en la reducción de la densidad de los hospedadores, disminuyendo con esto la probabilidad de contacto y, por tanto, de la transmisión de la enfermedad.
Algunas de las medidas concretas de prevención son la captura de ejemplares en vivo, tanto con métodos físicos (cajas-trampa) como químicos (anestesia), para toma de muestras a los mismo; el abatimiento de animales, a los que se les toma una serie de datos biométricos y biológicos; estudios biológicos de la población; estudios parasitarios y de otras enfermedades infectocontagiosas; marcaje y seguimiento de animales con collares y marcas auriculares; o el análisis epidemiológico en la población de cabra montés de Sierra Nevada, entre otras.
POBLACIÓN DE JABALÍ
En referencia a la población de jabalí en Sierra Nevada, la metodología de seguimiento se ha diseñado para conocer la presencia y frecuencia de agentes infecto-contagiosos capaces de provocar muertes en masa o estados de debilidad. Esta metodología se basa la toma de muestras a los animales abatidos en los controles poblacionales por parte de la población local; el cálculo de valores epidemiológicos de diferentes agentes infecciosos que pueden provocar muerte en masa o estados de debilidad; y el diagnóstico de la enfermedad tuberculosa en ejemplares manejados.