MADRID/SEVILLA 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un total de 27.133 de los alumnos matriculados durante el curso 2016-2017 en las enseñanzas no universitarias de España tenían altas capacidades intelectuales, un 0,3% de total, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, siendo Andalucía la comunidad con el mayor número de estudiantes, 11.582.
La gran mayoría de estos alumnos superdotados cursaban Educación Primaria (13.934) o Secundaria (9.536), mientras en Bachillerato se contabilizaron 3.321 jóvenes con alta capacidad intelectual, como revela la última edición de las estadísticas de alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.
Así, tras Andalucía se situaron la Región de Murcia, con 3.698, la Comunidad de Madrid, con 2.190, y Canarias, con 2.122, según los datos aportados por las diferentes comunidades autónomas.
Los 27.133 alumnos con altas capacidades intelectuales forman parte de los 567.339 estudiantes con necesidad específica de apoyo educativo que recibieron una atención educativa diferente a la ordinaria durante el curso 2016-2017.
En total, el 7,1 por ciento del alumnado en enseñanzas no universitarias recibe una atención educativa diferente a la ordinaria debido a necesidades educativas especiales, a dificultades específicas de aprendizaje, a sus altas capacidades intelectuales, a haberse incorporado tarde al sistema educativo español o a condiciones personales o de historia escolar, concreta el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Entre los alumnos con apoyo educativo, 217.416 lo recibieron por necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad o trastorno grave, 16.025 por integración tardía en el sistema educativo y 306.765 por otros motivos, entre ellos, los trastornos del aprendizaje, los del lenguaje y la comunicación, y la desventaja socioeducativa.
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
Los alumnos con necesidades educativas especiales asociadas a unadiscapacidad o un trastorno grave ascendieron a 217.275 durante el curso 2016-2017. De ellos, el 83,5 por ciento se encuentra integrado en clases ordinarias y el 16,5 por ciento está en unidades o centros específicos.
Los mayores porcentajes de integración se dan en los trastornos graves de conducta o personalidad, con un 96,9 por ciento, y en las discapacidades sensoriales (visual, 96,0%, y auditiva, 94,4%). El alumnado con plurideficiencia es el que tiene el nivel de integración más bajo, con un 41,7 por ciento.
En términos relativos, teniendo en cuenta el total de estudiantes matriculados en las diferentes enseñanzas, el 2,7 por ciento del alumnado recibe apoyo por presentar este tipo de necesidades educativas.
Si se considera únicamente a aquellos integrados en enseñanzas ordinarias, representarían el 2,3 por ciento, cifra que se eleva al tres por ciento en Educación Primaria y al 3,1 por ciento en la ESO. No obstante, el peso más significativo se encuentra en la FP Básica con un 6,0 por ciento, siendo muy reducido en Bachillerato (0,6%) y Ciclos Formativos de FP de Grado Superior (0,3%).