GRANADA 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de catorce personas, que nacieron entre los años 1955 y 1985 y que fueron adoptadas en una institución benéfica de Valencia, el Santo Celo, también conocido como el convento de los desamparados, han reclamado a las hermanas Mercedarias de la Caridad de aquellos años, que actualmente se encuentran en una Casa Provincial en Cájar (Granada), que les entreguen los datos de sus madres biológicas, ya que sospechan que fueron obligadas a entregar a sus hijos.
Su petición se ve reforzada ahora por un auto del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Valencia, que requiere a la Congregación que facilite los datos de sus orígenes biológicos e identidad de sus madres, entregándoselos a los afectados, permitiéndoles el acceso a la información que obre en la institución relativa a los datos de las mujeres que dieron a luz o que estuvieron acogidas en las fechas de sus nacimientos, o bien señalen su sede central actual para solicitarlos en los mismos términos, según consta en la resolución, de fecha 25 de julio y a la que ha tenido acceso Europa Press.
Según ha informado un portavoz de los afectados a Europa Press, en la Casa Provincial de Cájar se encuentran varias de las monjas que en esos años prestaban sus servicios en el Santo Celo, aunque algunas de ellas, a las que han llegado a visitar y a pedir información sin éxito, ya han fallecido. "Esperamos que este requerimiento del juez sirva para que nos dejen acceder a la información, que llevamos ya mucho tiempo reclamando", ha indicado el portavoz.
Fue en octubre de 2012 cuando estas 14 personas presentaron una demanda de jurisdicción voluntaria pidiendo amparo al juez y solicitándole acceso a los archivos de la institución para saber la identidad de sus madres biológicas. El Juzgado de Primera Instancia valenciano que conoció del asunto se declaró en un primer momento incompetente por razón de la materia, frente a lo cual el abogado Enrique Vila, que los representa, formuló recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.
Este tribunal dio la razón a los adoptados y ordenó la retroacción de las actuaciones al Juzgado, obligándole a pronunciarse sobre lo pedido; una vez compelido a entrar en el fondo del asunto, el pronunciamiento del Juzgado también fue favorable a sus intereses, dictando el auto con el que se les "reconoce el derecho" a obtener toda la información solicitada acerca de la identidad de sus madres biológicas, y obligando a la institución del Santo Celo a abrir sus archivos a tal fin.
"Esta apertura de archivos a día de hoy aún no se ha producido, a pesar de la rotundidad del auto del Juzgado de Primera Instancia, si bien la existencia de esta resolución judicial legitima y fortalece nuestra petición, dando una completa cobertura jurídica a nuestras exigencias", sostienen.
Sus adopciones se gestionaron desde la misma entidad católica, la institución del Santo Celo, una casa cuna regentada por religiosas de la Orden de las Mercedarias de la Caridad, sita en el número 10 de la calle Jesús de Valencia, que cerró en 1987 y que hoy es solo una Fundación. El Santo Celo tenía como fin principal albergar "y, de hecho, ocultar", a mujeres que habían quedado encintas y que no deseaban que su estado fuera públicamente conocido, así como tramitar la posterior adopción del recién nacido, una vez producido el parto, seleccionando directamente a los padres adoptivos, sin intervención administrativa alguna.