CÓRDOBA 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una veintena de pacientes con cáncer de próstata en estadio inicial se ha beneficiado ya de las ventajas derivadas de tratar esta patología mediante la implantación de semillas radiactivas para eliminar el tejido tumoral, en lugar de emplear la cirugía radical, que es el tratamiento convencional para abordar el tumor.
Según informó la Junta en un comunicado, esta intervención novedosa, que logra la destrucción de las células tumorales sin necesidad de intervenir quirúrgicamente, se incorporó a la cartera de servicios de Oncología Radioterápica del complejo sanitario cordobés hace un año y todos los casos tratados en este periodo han evolucionado favorablemente.
La jefa de servicio de Oncología Radioterápica del Reina Sofía, Amalia Palacios, señaló que los resultados definitivos se conocerán a largo plazo, ya que las semillas, que contienen yodo 125, actúan lentamente. Este isótopo radiactivo, que permite eliminar el tumor, emite una radiación continua de baja energía que se prolonga durante unos dos meses, a los seis meses la actividad es del diez por ciento y al año del cero por ciento.
La edad media de los pacientes intervenidos se sitúa en torno a los 70 años y a todos ellos se les detectó el tumor tras observar, en una analítica de rutina, que los antígenos prostáticos se encontraban elevados. La posibilidad de diagnosticar el tumor de forma precoz e intervenir con rapidez mejora el pronóstico y la calidad del vida del paciente, que al día siguiente de los implantes puede desarrollar su vida con total normalidad.
PLAN ONCOLÓGICO ANDALUZ
La técnica se conoce como braquiterapia prostática en tiempo real y se lleva a cabo en el marco del Plan Integral de Oncología de Andalucía (2007-2012). Todos los pacientes fueron estudiados en la Comisión de Tumores Urológicos del hospital, donde se valoró la mejor terapia para cada uno de ellos.
Las principales ventajas de la braquiterapia estriban en que se evita la cirugía radial al paciente (la extirpación de la próstata) y se reduce el ingreso postoperatorio, pues se puede incorporar inmediatamente a la vida laboral y social.
Por otra parte, los efectos secundarios de la colocación de las semillas son mínimos, puesto que los órganos próximos, tanto la vejiga como el recto, reciben muy poca radiación. Si se tienen en cuenta todos estos motivos, la braquiterapia resulta "una de las técnicas más precisas y menos invasivas para abordar el cáncer de próstata".
En el desarrollo de este tipo de intervenciones participa un equipo multidisciplinar del Hospital Reina Sofía formado por oncólogos radioterápicos, urólogos, radiofísicos, anestesistas y personal de enfermería, entre otras.
ENTRE 70 Y 100 SEMILLAS
El número de semillas que se coloca es variable y oscila entre 70 y 100 unidades, según el tamaño de la glándula. La implantación se realiza bajo anestesia raquídea en la mayoría de los casos y, a pesar de que mantienen su radiactividad durante dos meses, la energía y la actividad de las mismas no constituyen un riesgo a la hora de relacionarse con los demás.
El proceso consiste en la implantación permanente en el interior de la próstata de las semillas, que son unos cilindros de titanio de 4,5 milímetros de longitud y 0,8 de diámetro que contienen en su interior el material radiactivo, es decir, el yodo 125.
Esta operación se realiza a través de múltiples agujas que se aplican en el periné (espacio entre el ano y los testículos). De esta forma, todas las semillas se sitúan en el lugar exacto de localización del tumor, de manera que cada una de ellas actúa eliminando el tejido tumoral.
El cáncer de próstata es el tumor con más incidencia en el varón en el país y se sitúa como la segunda causa de muerte por cáncer entre los hombres españoles. A pesar de que este tumor puede tratarse con distintas técnicas en función de su estadio, edad y estado general de salud del paciente, el empleo de la braquiterapia es uno de los procedimientos más novedosos, fundamentalmente cuando el tumor se detecta de forma precoz.