El proceso de normalización de este producto es manual y en el 90% de los casos lo hacen mujeres
GRANADA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La campaña del espárrago verde en Granada, que aglutina más del 70 por ciento de la producción total, ha finalizado con la recolección de 15 millones de kilos, una cifra ligeramente superior a la del año pasado. Sin embargo, esta mejora no se ha visto reflejada del todo en los precios, que se han desplomado a partir de la llamada crisis de los pepinos.
Según ha explicado a Europa Press el secretario de UPA-Granada, Nicolás Chica, la presenta campaña ha comenzado bien, ya que el buen tiempo ha favorecido una buena cosecha tanto en Huétor Tájar como en el resto de municipios de la vega y el poniente que se dedican a este cultivo, cuyo recolección se hace totalmente a mano y genera miles de puestos de trabajo cada año.
Casi el 80 por ciento de la producción se exporta a mercados europeos y se da la circunstancia de que Alemania es el principal comprador, por lo que el cierre de fronteras que ha mantenido este país durante varios días a los productos españoles ha propiciado que los precios desciendan casi a la mitad.
"Al no poder enviar espárrago verde a Alemania se ha tenido que introducir en otros destinos y el colapso del mercado con este producto ha hecho que pase de ser vendido a 1,45 euros el kilo antes de la crisis de los pepinos a 0,85 en la actualidad", ha relatado Chica.
Así, y aunque se han vuelto a reactivar algunos pedidos tras confirmarse que el origen de la contaminación de los pepinos no estaba en España, los productores ven imposible que el precio del espárrago verde pueda volver al nivel inicial de la campaña".
Esto ha hecho que aquellos agricultores que tenían previsto finalizar un poco más tarde la recolección, en torno a la semana que viene, hayan abandonado sus esparragueras dando por concluida la campaña, ya que con el proceso de venta no se compensan los gastos de recolección.
"Menos mal que esto ha pasado a mediados de mayo y no de marzo porque nos hunde", ha señalado Chica, que ha destacado la "importancia social" de este cultivo para muchos agricultores para los que supone su única renta o una parte muy importante de ella.
Además, el proceso de normalización de este vegetal es muy complejo y no puede realizarse mecánicamente, por lo que genera una gran cantidad de puestos de trabajo, de los que un 90 por ciento son cubiertos por mujeres del medio rural que "de otra forma tendrían muy difícil incorporarse al mercado laboral".