La Delegación provincial ensalza la declaración de Zona Arqueológica como instrumento de protección de los activos patrimoniales
SEVILLA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura ha asegurado a los colectivos conservacionistas que la declaración de Zona Arqueológica que pesa sobre el entorno de vestigios prehistóricos de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán (Sevilla), garantiza la "tutela" efectiva de los activos patrimoniales y del territorio protegido, argumentando que el casco urbano de Castilleja de Guzmán y la urbanización El Señorío no figuran en la catalogación porque su desarrollo urbanístico ha sido "lo suficientemente agresivo para suponer la inexistencia de restos".
Antes del pasado 2 de marzo, cuando el Consejo de Gobierno de la Junta acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de zona arqueológica, los asentamientos prehistóricos enclavados en ambos municipios aljarafeños, el delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, emitió un documento en el que desestimaba las 16 alegaciones formuladas por el colectivo 'Los Dólmenes' al mencionado procedimiento.
En su respuesta a las citadas alegaciones, el departamento de Bernardo Bueno zanja que la "tutela de un enclave arqueológico tan complejo" como el de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, queda garantizada a través de "la obligatoriedad de realizar intervenciones arqueológicas previas a cualquier autorización para intervenir sobre cualquier ámbito del territorio protegido".
No obstante, la Delegación de la Consejería de Cultura descarta en este documento recogido por Europa Press establecer "cautelas para la protección de los yacimientos no incluidos en la zonificación", porque tales activos patrimoniales habrán de estar sometidos a "un régimen de protección distinto" al de la mencionada figura, en este caso el "les asignen los propios planes urbanísticos" y la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.
"AGRESIVO" PROCESO DE URBANIZACIÓN
Sobre la reclamación de que el núcleo urbano de Castilleja de Guzmán, la urbanización El Señorío y el suelo no urbanizado del plan parcial número cuatro de dicho municipio aljarafeño se incluyesen en el área sometida a la nueva figura de protección, el departamento de Bueno descartaba tal extremo porque en los dos primeros casos "los procesos de urbanización han resultado lo suficientemente agresivos para suponer la inexistencia de restos que justifiquen la aplicación de una figura de protección de tal relevancia".
Por lo que al plan parcial número cuatro se refiere, la Consejería de Cultura alega que las excavaciones arqueológicas realizadas años atrás en estos aledaños del dolmen de Montelirio, cuya antigüedad podría remontarse al periodo comprendido entre los años 2800 y 2900 antes de Cristo, "han permitido delimitar la extensión de la necrópolis" prehistórica y "a partir de sus resultados, se ha establecido el área a proteger como Bien de Interés Cultural".
LA DECLARACIÓN DE ZONA ARQUEOLÓGICA
La declaración de Zona Arqueológica establecida sobre la cornisa aljarafeña está delimitada en torno a superficie de 779,16 hectáreas e incluye a cuatro importantes monumentos funerarios de la Prehistoria ya protegidos, como son los dólmenes de La Pastora, Matarrubilla, Ontiveros y Montelirio. Situado en las elevaciones del borde más septentrional del Aljarafe, este entorno ofrece una amplia secuencia cronológica de los milenios tercero y segundo antes de Cristo, ocupación principal a la que se superponen otras aportaciones de la Edad del Bronce.
De los cuatro grandes dólmenes, tres se localizan en el términos municipales de Valencina de la Concepción (Matarrubilla, La Pastora y Ontiveros) y uno en Castilleja de Guzmán (Montelirio). Entre los enterramientos de menor entidad, destacan el que fue excavado bajo el antiguo depósito de agua de Castilleja de Guzmán, los recientemente localizados en las inmediaciones de Montelirio y, ya en Valencina, los conjuntos de El Roquetito y Los Cabezuelos, conformados por pequeños dólmenes y cuevas funerarias.
La Zona Arqueológica delimitada unifica, bajo la perspectiva de un único conjunto patrimonial, las protecciones específicas actualmente en vigor para los distintos elementos de valor patrimonial que integran el enclave. La primera de ellas se remonta a 1931, año en que se declararon monumentos los dólmenes de La Pastora y Matarrubilla. Esta declaración se amplió en 2003 con la incorporación de los dólmenes de Ontiveros y Montelirio.