GRANADA/MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
Laura García Lorca, sobrina nieta del poeta granadino Federico García Lorca, mostró hoy su "temor" a que la apertura de la fosa común donde supuestamente yacen sus restos junto con los del maestro Dióscoro Galindo, y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, se convierta en un "espectáculo" por lo que exigió "todas las garantías de privacidad".
La familia de García Lorca, que ha accedido a que, si lo autoriza el juez Baltasar Garzón, se proceda a esa apertura, respeta los "sentimientos" de los familiares de los enterrados con el poeta, que acudieron el pasado día 12 a la Audiencia Nacional para pedir la exhumación de los restos. "Abrir una fosa es una cosa espantosa y dolorosa en cualquier caso. Para algunas personas puede ser un consuelo pero para otros no y para los familiares de las víctimas que no han reclamado los restos algo muy inquietante", apuntó hoy a Europa Press.
De igual manera, justificó la negativa de la familia a abrir la fosa no en "no querer saber", sino en que haciéndolo "no se cerrará ni abrirá una herida", si bien mostró su apoyo a las iniciativas de investigar, de abrir los archivos para saber la identidad y las circunstancias de todos los asesinados. "Lo importante son los datos históricos", mantuvo.
"Nos gustaría que ese lugar se preservara tal como está. Que se pusiera una piedra, una lápida con todos los nombres de todas las víctimas de la represión en orden alfabético y que en ese lugar no destacara el nombre de Federico García Lorca por encima de ningún otro. Él está allí igual que los demás", insistió.
La sobrina nieta del poeta aseguró no haber podido hablar con la nieta de Galindo, Nieves Galindo, a quien dejó un mensaje en el teléfono que no ha sido contesta y con Francisco Galadí, nieto del banderillero, también le mostró su intención de reunirse, por lo que sigue sin descartar entrevistarse con ellos --Arcollas no dejó descendientes--.
En cuanto a las posibles especulaciones de que los restos del poeta no se encuentren en la fosa entre Víznar y Alfacar, García Lorca afirmó que es "absurdo" e "impensable" que eso pudiera suceder en plena Guerra Civil. "No tiene importancia, pero sí es chocante que se pueda insinuar que nosotros no queremos abrir la fosa porque no queremos remover la historia o esa frase tan vacía de no abrir heridas, esa frase que no significa nada que queremos dejar las cosas como están cuando no tiene nada que ver con eso", apuntó.
"Nuestro deseo y nuestro empeño desde que creamos la Fundación es que se estudie y se dé a conocer y se investigue la vida y la obra de Lorca que, por cierto, está muy bien estudiada por otro lado por Ian Gibson", insistió García Lorca, quien consideró que "sacar el cuerpo no añade nada importante, satisfacer una curiosidad, pero no una curiosidad justificada".
García Lorca reconoció asimismo que Federico sí es una persona de interés, "por eso están sus obras y sus archivos a disposición de todos", pero puntualizó que, por contra, "no se puede decir que sus restos son Patrimonio de la Humanidad".
La familia hizo público hoy el comunicado en el que expusieron su postura, que adoptaron todos sus miembros, Vicenta Fernández-Montesinos García, Manuel Fernández-Montesinos García, Concha Fernández-Montesinos García, Gloria García-Lorca de los RíosIsabel García-Lorca de los Ríos, y Laura García-Lorca de los Ríos --también presidenta de la Fundación--, por unanimidad.
En él señalan que respetan los deseos de todos los familiares de las víctimas para ejercer su derecho de decidir qué hacer con los restos de sus antepasados. "También mostramos nuestro apoyo a la iniciativa de investigar y dar a conocer la identidad y las circunstancias de la muerte de todos los asesinados por el franquismo", agregan.
"Aunque la última palabra depende de una decisión judicial, reiteramos nuestro deseo, tan legítimo como el de otros familiares, de que los restos de Federico García Lorca reposen para siempre donde están. Creemos que ésta es una forma de preservar el barranco de Víznar como lugar de la memoria colectiva, pública y civil", indicaron.
Asimismo, señalaron que continúan oponiéndose "a que la exhumación se convierta en un espectáculo mediático. Y por último consideramos infame la insinuación de que la defensa de preservar intacto un lugar de memoria sea equiparable a una oposición al estudio riguroso de la guerra civil y la represión franquista".