HUELVA 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Delegación de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en Huelva ha registrado, desde el pasado mes de noviembre, 53 casos de abusos sexuales a menores onubenses que han sido víctimas, de los que 34 por ciento, lo que supone un total de 18, aún están en tratamiento.
Según explicó la Junta en una nota, durante la presentación del video 'Espiral', financiado por la Junta y producido por la Fundación Márgenes y Vínculos, la directora general de Infancia y Familias de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Carmen Belinchón Sánchez, destacó la implantación de las unidades de tratamiento en Huelva para el desarrollo del programa de 'Atención a Casos de Abusos Sexual Infantil' y el trabajo de la Delegación Provincial "en aras de favorecer una intervención adaptada, coordinada y proporcional de los profesionales que intervienen en esta materia con respecto al menor".
En este sentido, se refirió, ante los más de 200 profesionales implicados con menores en riesgo, a los compromisos que mantiene la Delegación Provincial para la Igualdad en Huelva con el sistema judicial y de salud "con el fin de que el proceso de detección de los casos de abusos y la intervención con el menor se realice con mayor celeridad y eficacia".
'Espiral' es un cortometraje de ficción que pretende invitar a la reflexión sobre el itinerario profesional por el que tiene pasar el menor abusado y evitar lo que los expertos llaman la victimización secundaria, producida por una actuación inadecuada del sistema que puede ocasionar, igualmente, un daño psicológico en el menor.
El corto ha trasladado a más de 200 profesionales onubenses del ámbito de la salud, seguridad, la justicia, la educación o el ámbito social, la historia de ficción de María, una menor, que se ve envuelta en el bucle de intervenciones de los profesionales en materia de prevención y protección.
Se estima que alrededor del 23 por ciento de las niñas y el 15 por ciento de los niños sufren en su infancia algún tipo de violencia sexual, ya que la agresión física, la privación de alimento o el maltrato emocional son también frecuentes y, a menudo, difíciles de detectar.