GRANADA 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El juez de Sevilla Francisco Serrano, juzgado desde este lunes en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por un supuesto delito de prevaricación al modificar el turno de custodia de un niño de 11 años para garantizar su salida como paje en una cofradía de 'La Madrugá' sevillana, ha defendido su actuación y ha asegurado que dictó su resolución "sin hacer daño a ninguna parte" implicada.
De hecho, según ha dicho durante su declaración en la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal andaluz, su intención era que se garantizara que el niño saliera en la Cofradía del Silencio de la Semana Santa sevillana, teniendo en cuenta que ya lo había hecho en años anteriores y que un auto del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 4 ya había establecido que debía atenderse el deseo del menor en ese sentido.
Serrano, que se enfrenta a una petición fiscal de diez años de inhabilitación y multa de 5.400 euros, se ha limitado solamente a contestar las preguntas del fiscal, y se ha negado a hacerlo por su "animadversión personal y general hacia la jurisdicción" al letrado de la acusación particular, que solicita para él 20 años de inhabilitación y 14.400 euros de multa, así como el pago de una indemnización de 60.000 euros a la madre; de 100.000 euros al menor, y de 12.000 euros al otro hijo menor de la querellante. Su defensa no le ha formulado preguntas.
Según ha explicado ante el tribunal, presidido por el presidente del TSJA, Lorenzo del Río, adoptó la decisión de ampliar en día y medio su estancia con el padre después de que el propio abuelo acudiese en compañía de su nieto a su juzgado, el de Familia número 7, el 30 de marzo de 2010, que entonces era Martes Santo.
El niño, según ha dicho, le verbalizó su convencimiento acerca de que su madre (divorciada de su padre) no le iba a dejar salir en 'La Madrugá' el Jueves Santo, pese a que tenía "muchas ganas" y era "importante" para él. "Si no salía ese año, perdía el sitio. La Semana Santa en Sevilla no es sólo algo religioso, también es algo tradicional", ha dicho el juez, que se ha reconocido como un "aficionado" a las cofradías.
Serrano ha afirmado que "es normal" que él atendiera al abuelo y al niño, y que éstos quisieran acudir a él "por esa fama que tengo de que yo oigo y de que tengo un juzgado de puertas abiertas". Tras el testimonio de los dos, comunicó al abuelo que debía llevar la documentación, con su acta de comparecencia y el auto que se aportó del Juzgado de Violencia 4 --que establecía que se debía respetar la voluntad del niño de salir en estación de penitencia--, para el reparto de la causa al Decanato, al que el propio juez llamó alertando de la "urgencia" del asunto.
EN BASE A LA "URGENCIA Y LA NECESIDAD" DEL CASO
Una vez que el juez de Familia volvió a recibir la demanda dictó un auto ampliando en día y medio el turno de custodia para el padre, en base a la "urgencia y necesidad" de la situación, una resolución que le dijo al abuelo que debía dar a la madre del menor cuando fuera a entregarle a su hermano, más pequeño, el día previsto, el Miércoles Santo.
Según ha afirmado Serrano, no avisó al padre ni a la madre de su decisión por ser una "nimiedad" ha dicho, ya que sólo suponía que la madre no estuviera 24 horas con su hijo, frente a la trascendencia del problema para el niño. Además, el caso fue, ha indicado, "un acto judicial más que cotidiano".
De hecho, no creyó necesario consultar el email que el niño aseguraba que la madre había enviado al padre insinúandole que no iba a dejar salir en la 'Madrugá'. "Valoré la espontaneidad y la sinceridad del niño y el propio auto de Violencia que ya establecía que debía cumplirse la voluntad del menor".
El juez, suspendido cautelarmente de sus funciones, ha negado mantener amistad con el abogado del padre del niño, y ha afirmado conocer al letrado de haberle llevado "un asunto personal", relacionado con la denuncia por injurias que interpuso Serrano contra la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán.
El propio letrado, que ha comparecido como testigo en la sesión del juicio de este lunes, ha corroborado que no mantiene ninguna relación de amistad con el juez, y que el problema del niño para salir en la procesión fue llevado por otro letrado, que buscó el propio abuelo del menor, después de que él recibiera en su despacho un email de la abogada de la mujer de su cliente "muy rocambolesco" y "sibilino", que hacía sospechar que la madre iba a impedir que el menor procesionara en 'La Madrugá'.
No obstante, según ha explicado, él fue quien llevó aquel día el auto del Juzgado de Violencia 4 al del juez Serrano a petición de su compañero, y fue también quien llevó, acompañando al abuelo, la documentación al Decanato, donde incluso escribió a mano el número de identificación de la causa.
"NO ERA CORRIENTE"
El abogado que había buscado el abuelo ha ratificado la declaración de su compañero de profesión y, en relación al asunto del que se había encargado, ha afirmado que "tenía dudas de que prosperase", puesto que la petición del abuelo y del menor "no era algo muy corriente".
El abuelo del niño ha asegurado que aquel Martes Santo fue su nieto el que en todo momento se dirigió al juez Serrano para manifestarle su "frustración" porque la madre le había escrito un email a su padre --en realidad al despacho del abogado del progenitor-- que hacía entrever que no le permitiría cumplir su deseo y le dijo que quería solucionar aquel "problema".
El padre ha declarado que él no quiso intervenir directamente por la situación que vivía con su mujer. "Yo no estaba en aquel momento en la posición de tomar una decisión heroica", ha indicado el testigo, que ha defendido, a preguntas de la acusación particular, la seguridad en la que el niño iba a procesionar, puesto que "la Virgen va acompañada de la Guardia Civil y además está al cuidado del diputado de tramo y el hermano mayor de la cofradía".
El progenitor, que ha afirmado que sólo conoce al juez Serrano "por la prensa", ha incidido en que el Miércoles Santo, cuando iba a entregarle a la madre --concretamente a su exsuegra-- a su otro hijo, le comunicó que el juez de Familia había ampliado en día y medio el turno de custodia, y que esa era la razón por la que el otro niño no le había acompañado.
El presidente del tribunal, Lorenzo del Río, ha tenido que intervenir en numerosas ocasiones, especialmente en el turno de preguntas de la acusación particular, a quien ha pedido más concreción en las cuestiones planteadas.
A la salida del juicio, que ha concluido cerca de las 14,30 horas, el juez Serrano ha sido recibido entre aplausos por numerosos representantes de la Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva (FADIE), que han querido mostrarle su apoyo por lo que consideran "un juicio político orquestado por la fiscal provincial de Sevilla, María José Segarra, que sigue las directrices amordazadoras de un Gobierno 'de género' agonizante".
La vista está previsto que se reaunude este martes, con la declaración de otros ocho testigos, y que concluya el miércoles con las calificaciones definitivas y los informes finales de las partes personadas.