SEVILLA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura y el Arzobispado de Sevilla rubricaron hoy el convenio de colaboración gracias al cual la iglesia de Santa María la Blanca, una antigua sinagoga judía cuyos orígenes se remontan al siglo XIII y que goza de una declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), será sometida a obras de rehabilitación por un importe de licitación de 823.018 euros cofinanciado entre ambas partes.
El delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, y el cardenal arzobispo, Monseñor Carlos Amigo Vallejo, firmaron hoy este acuerdo de colaboración mediante el que la Consejería de Cultura asume el 80 por ciento del presupuesto de licitación de estos trabajos, 658.414 euros, mientras la institución eclesiástica se hacer cargo del 20 por ciento restante del coste de las obras, que podrían prolongarse durante aproximadamente diez meses una vez sean adjudicadas.
Los trabajos de restauración partirán del proyecto ya redactado e informado favorablemente por parte de la Comisión provincial de Patrimonio Histórico, lo que ya ha supuesto una inversión de 18.000 euros en concepto de honorarios de proyecto y estudios de seguridad y salud.
Bernardo Bueno reconoció que el templo, cuya antigüedad se remonta al siglo XIII, sufre un claro "deterioro" al que debe ponerse "remedio", sobre todo por el "valor extraordinario" de esta iglesia parroquial que para Carlos Amigo Vallejo es "una auténtica joya". En ese sentido, Bueno recordó que los principales problemas que sufre el monumento se localizan en las cubiertas, si bien sus muros también presentan muestras de deterioro.
ANTIGUA SINAGOGA JUDÍA
La iglesia parroquial de Santa María la Blanca de las Nieves, popularmente conocida como Santa María la Blanca, fue declarada en 1995 Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. Sus orígenes se remontan al siglo XIII, periodo en el que Alfonso X el Sabio cedió el templo a la comunidad judía de Sevilla para su uso como sinagoga.
En 1391 se transformó en templo cristiano y en este momento se construyó la portada gótica y la estructura mudéjar que actualmente caracterizan al monumento. La sobriedad exterior de este templo contrasta con la riqueza artística interior, en la que destaca la calidad ornamental de su bóveda central, decorada a base de ángeles, guirnaldas y exuberante vegetación, continuándose este repertorio en la cúpula central, donde pinturas al fresco trazadas por Murillo dan un gran lujo a esta iglesia, que destaca por ser uno de los conjuntos más deslumbrantes de la arquitectura andaluza del primer barroco.