GRANADA 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Unos cien neonatos se han beneficiado del programa puesto en marcha por el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada para que aquellos prematuros que no requieren de una atención médica especializada puedan trasladarse a su domicilio bajo la supervisión semanal de los profesionales de enfermaría.
Este programa, activo desde hace cerca de dos años, permite enviar a casa, siempre bajo estricta vigilancia, a los bebés que se encuentren estabilizados desde el punto de vista médico, con una tendencia de ganancia de peso y cuyos padres hayan recibido la formación necesaria para cuidarlos adecuadamente por sí mismos.
Entre otras actuaciones, los progenitores adquieren destrezas en el control de las tomas y del peso; a registrar la estabilidad de la temperatura y vigilar la apariencia de signos de alarma, según informa en un comunicado el Gobierno andaluz.
Para formar parte de este programa es necesario cumplir una serie de requisitos como que el bebé no precise soporte respiratorio y que el domicilio no esté a más de 20 kilómetros de distancia del hospital granadino.
OTRAS INICIATIVAS
La Unidad de Neonatal del hospital granadino cuenta también con dos proyectos pioneros, como la implantación de un banco de leche y de la técnica de hipotermia perinatal, con los que se pretende mejorar la calidad de la asistencia a recién nacidos ingresados en la este centro sanitario.
El banco de leche es responsable de la promoción y apoyo a la lactancia materna, y de la recolección, procesamiento, control de calidad y dispensación de la leche de madre donada a cualquier niño que la precise. La donación y la dispensación de leche humana son gratuitas.
De esta forma, la leche donada, tras ser pasteurizada, se analiza su composición y con los controles microbiológicos oportunos que garantizan su calidad y seguridad, queda almacenada en este banco con el fin de ser utilizada, bajo criterio médico, en niños prematuros o aquellos intervenidos de cirugía o cualquier otra patología que se beneficie en su evolución de la leche materna.
Por otro lado, el hospital tiene en marcha un programa de hipotermia para disminuir las secuelas neurológicas en los recién nacidos que nacen con afectación cerebral debido a la falta de oxígeno en el momento del parto.
La técnica consiste en disminuir la temperatura del recién nacido hasta 33,5 grados durante tres días y, posteriormente, volver gradualmente a la temperatura normal de entre 36,5 y 37 grados, lo cual permite minimizar posibles daños cerebrales que pueden ocasionar patologías tales como movilidad reducida en alguna extremidad hasta parálisis cerebral.
La hipotermia leve protege al metabolismo cerebral, reduce la lesión del tejido cerebral y mejora la función neurológica. De hecho, uno de cada seis niños que nacen con asfixia y es sometido a este procedimiento no padecerá consecuencias graves.
Para aplicar este tratamiento es fundamental un diagnóstico y tratamiento precoz, de hecho, hay que hacerlo en las seis primeras horas de vida. En este tiempo, los profesionales de la unidad de neonatología deben someter al paciente a una serie de pruebas médicas para determinar el alcance de esta patología.