GRANADA 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cuerpo sin vida hallado este domingo flotando en el río Genil a la altura del Puente Romano de Granada capital pertenece a Lourdes Merino, la mujer de 46 años natural de Santa Fe que desapareció el pasado 18 de mayo, cuando se dirigía al hospital Virgen de las Nieves tras llevar días sufriendo problemas de ansiedad.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes policiales, que indican que desde un primer momento sospechaban que el cuerpo hallado en el río en "avanzado estado de descomposición", perteneciente a una mujer de mediana edad, pudiera tratarse de esta mujer desaparecida, puesto que coincidían características físicas y la vestimenta, chándal y unas chanclas.
Finalmente, el informe forense de la Policía Científica y de Homicidios han confirmado que, efectivamente, se trata de la misma persona, señalando asimismo que el cuerpo no presenta signos de violencia, a salvo de los restos propios de llevar varios días sumergida en el río, según han detallado las mismas fuentes.
Varios particulares han realizado llamadas al 112 sobre las 18,30 horas de este domingo alertando del hallazgo de lo que parecía ser una persona fallecida flotando en aguas del río Genil, concretamente a la altura del Puente Romano de la capital granadina, donde ha sido rescatada por los bomberos sobre las 19,00 horas.
Lourdes Merino desapareció el pasado viernes 18 de mayo, cuando acudía al Hospital Virgen de las Nieves junto a su marido tras llevar varios días con problemas de ansiedad. Según explicaba un portavoz de la familia, la mujer se bajó del coche una vez estuvo aparcado y desapareció del lado de su pareja mientras éste recogía algunas cosas del vehículo.
Desde entonces, agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana y a la Brigada de Policía Judicial no han cesado en su búsqueda. El Grupo de Homicidios de Granada, que se encarga también de la localización de las personas desaparecidas, está investigando de "manera ardua las posibles causas" de su desaparición y su posible paradero.
En la búsqueda ha llegado a intervenir la Unidad de Subsuelo, realizando inspecciones por la red subterránea de la ribera del Beiro, así como el helicóptero de la Policía, rastreando la capital y provincia.
"Suponemos que no se encontraba bien y con el nerviosismo y que tenía cierto miedo a ir al hospital le dio por irse, creemos que no estaba en plenas facultades, que le dio un trastorno momentáneo, no tiene otra explicación", alegan desde la familia. La mujer tiene dos hijos de 15 y diez años de edad.