BEGÍJAR (JAÉN), 20 (EUROPA PRESS)
La cooperativa oleícola San Francisco, de Begíjar, tiene cerrados contratos hasta 2018 para que grupos de estadounidenses se desplacen un día al tajo para conocer de primera mano el trabajo en la campaña de recogida de aceituna.
Y para eso, según cuenta el responsable de la almazara José Jiménez, no hay nada mejor que hacer el trabajo que se hace en un día normal de campaña. 'Aceitunero por un día' es el nombre del paquete que ofrece Oleícola San Francisco, la primera almazara turística de la provincia de Jaén, con registro en la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y que está incluida en el programa Oleotour de la Diputación de Jaén.
En 2015 han sido casi 900 estadounidenses los que han venido a Begíjar a trabajar en el tajo. "Empezamos a las nueve de la mañana, igual que en cualquier tajo y a partir de ahí, lo que se hace normalmente, la extensión de los mantillo, a varear y a recoger".
En plena campaña de recolección, entre los meses de noviembre y diciembre, cada grupo recoge una media de unos 20 kilos que luego se llevan a la almazara para ver todo el proceso por el que pasan las aceitunas hasta obtener el preciado oro verde.
"Al final cada uno reciben una botella de aceite personalizada con su nombre como aceitunero o aceitunera por un día", ha dicho José Jiménez.
Ha sido tal la aceptación de este paquete que lo han tenido que hacer extensivo a todo el año, aunque la recogida se haga "de manera simbólica, pero eso sí siguiendo todos los pasos para que se lleven esta experiencia". De hecho, la experiencia de 'aceitunero por un día' es la que ha conseguido mejor valoración entre los turistas norteamericanos, de ahí que los touroperadores quieran asegurársela para los próximos años.
Por lo pronto, para 2016 ya tienen cerrados con los touroperadores 77 grupos de estadounidenses y ya están los contratos para firmar 2017 e incluso 2018.
La experiencia de 'aceitunero por un día' se completa con una comida familiar en la que los turistas americanos se sientan a la mesa para compartir nuestra gastronomía "más típica y casera" como pueden ser "las patatas a lo pobre, el lomo de orza o los guisos de toda la vida".
Previamente, los turistas van al mercado para comprar los ingredientes de la sangría que luego hacen en la casas donde van a comer porque "una de sus demandas es aprender a hacer su propia sangría".
"Lo que más disfrutan junto con la comida es el brasero, cuando se sientan después de comer en una mesa camilla para saborear el café y un dulce casero", dice José Jiménez, al tiempo que asegura que son cientos las fotos que les hacen a los braseros que se alimentan de las ascuas de las chimeneas.
Durante 2015, la almazara Oleícola San Francisco ha registrado 5.500 visitas de turistas que se han acogido a alguno de sus variados paquetes de oleoturismo, una cantidad de visitas muy superior a la de 2014 donde se contabilizaron 3.800 visitas.
Para 2016, las previsiones, con el número de reservas con las que ya se cuentan, es la de superar con creces las cifras de este año. Desde que Oleícola San Francisco inició su andadura en el oleoturismo ha recibido 14.800 visitas de turistas procedentes de 42 países.
"El oleoturismo nos está facilitando llegar al mercado exterior porque nuestro aceite ha llegado ya a 42 países gracias a los turistas que nos visitan", ha explicado Jímenez. Además, muchos de los turistas han pedido comercializar el aceite en sus países. "El aceite de oliva y todo lo vinculado al oro verde está de moda y nosotros estamos aprovechando ese tirón".
El programa Oleotour Jaén que impulsa la Diputación provincial desde hace tres años cuenta ya con 109 recursos inscritos que comprenden desde almazaras y cooperativas oleícolas, restaurantes o alojamientos singulares, hasta empresas de cosméticos con aceite de oliva, de artesanía con madera de olivo, de catas o de servicios turísticos, además de spas, museos y centros de interpretación u oleotecas, entre otros.