Están "cansados" de que las empresas adjudicatarias de los concursos públicos "no tengan conocimiento de lo que supone la profesión"
SEVILLA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los alumnos del Ciclo Formativo de Grado Superior de Interpretación de Lengua de Signos Española han iniciado este miércoles en distintas centros de Sevilla, Jaén, Málaga, Almería, Algeciras (Cádiz), Córdoba y Granada una serie de acciones reivindicativas para manifestar su "más profunda repulsa y disconformidad" con la situación que está sufriendo la profesión y con la "cada vez más abusiva" práctica de la administración, por ofertar a concurso público servicios de intérpretes de LSE "a un bajo coste, primando únicamente al mejor postor".
La protesta de todos los Ciclos Superiores de Interpretación de Lengua de Signos Española a nivel andaluz ha consistido en una lectura simultánea en todos los centros de un manifiesto reivindicativo en contra de la "lamentable" situación laboral de los intérpretes de Lengua de Signos Española, así como un subasta de varios intérpretes al "menor" postor, que se ha desarrollado de 11,30 a 12,00 horas. Dicha subasta se repetirá en días sucesivos --de lunes a viernes, en el mismo horario-- hasta que se consiga alguna respuesta.
En el citado manifiesto, al que ha tenido acceso Europa Press, los intérpretes afirman que desde hace años vienen observando la situación actual del país "está haciendo mella" en muchos ámbitos laborales y, como no podía se de otra manera, "nuestro sector también se está viendo afectado de manera considerable como pudimos ver en las noticias de hace pocos días, donde se reivindicaban los impagos de la Junta de Andalucía a diferentes organizaciones y asociaciones vinculadas a la comunidad sorda y sordo-ciega".
Pero, continúa, "si la situación era ya difícil o complicada, hace pocos días nos despertamos con la noticia del inminente despido de los compañeros que hacen accesible para las personas sordas los contenidos de la televisión pública de Andalucía, Canal Sur, --la primera cadena de televisión totalmente accesible para personas sordas en España y por lo que ha recibido numerosos premios-- siendo reemplazados por otros nuevos intérpretes, a los que les esperan unas condiciones laborales lamentables y precarias que rayan la temeridad".
Entre dichas condiciones "lamentables", los alumnos de Lengua de Signos apuntan la "bajada de salario, reducción de plantilla, turnos inhumanos, contratos de formación, contratos en prácticas, etcétera", condiciones que "no hacen otra cosa que desprestigiar nuestra profesión, tirando por tierra años de lucha para dignificarla, primando lo económico sobre la calidad del servicio y vulnerando así los derechos de las personas sordas", lamentan.
Además, afirman "estar cansados" de que las empresas a las que se les adjudican los concursos públicos para prestar los servicios de interpretación de Lengua de Signos "no tengan conocimiento de lo que supone la profesión, la coordinación de un equipo de intérpretes y de las condiciones laborales que conlleva un servicio de tales características". Por tanto, "dudamos de que posean la solvencia técnica que se exige para poder llevar a cabo su labor en el sector de la interpretación de la Lengua de Signos", critican.
Así, y tras afirmar que "no se van a quedar de brazos cruzados ante la injusticia y el ataque a la profesión", recuerdan que el Ciclo Formativo de Grado Superior de Interpretación de Lengua de Signos requiere años "de dedicación, esfuerzo, sacrificio, tiempo y dinero para obtener una formación completa que nos posibilita habilidades técnicas y humanas encaminadas a romper las barreras comunicativas y de accesibilidad con las que se encuentran las personas sordas y sordociegas en su vida diaria".
Por tanto, insisten, con este manifiesto "queremos reivindicar y criticar la práctica de la administración, cada vez más abusiva, por ofertar a concurso público servicios de intérpretes de LSE a un bajo coste, primando únicamente al mejor postor y mermando sin contemplaciones la calidad de los servicios que se ofrecen, que no garantiza al alumnado que cursamos estudios en la Formación Profesional la inclusión en el grupo 3 para la que supuestamente se nos capacita",
En esta misma línea, y a través de un comunicado, la Asociación de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías-Intérpretes de Andalucía (Ailsa) ha destacado que los intérpretes son profesionales "cualificados y titulados" que garantizan el acceso de la comunidad sorda a todos los ámbitos de la vida, tal y como reconoce y establece la Ley 27/2007 de 23 de octubre, "por la se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas con discapacidad auditiva y sordociegas".
Para que ese acceso sea posible, "es necesario asegurar" unos niveles de calidad mínimos, que las actuales condiciones laborales de los intérpretes "no permiten alcanzar". Así, Ailsa ofrece "su apoyo incondicional" a los compañeros que desarrollan su trabajo en las diferentes Asociaciones de Personas Sordas de la Comunidad Autónoma Andaluza, y denuncia "la reducción sistemática del número de profesionales que trabajan en este ámbito, la precariedad de sus condiciones laborales y los continuos retrasos en el pago de sus nóminas".
"INDIGNACIÓN" POR EL TRATO MOSTRADO POR CANAL SUR
Aisla muestra, además, su "indignación" por el trato mostrado a los compañeros por parte de Canal Sur y la nueva empresa adjudicataria de estos servicios, ya que "no solo se ha despedido fulminantemente a los profesionales que llevan desde un principio desempeñando este trabajo con gran profesionalidad sino que las condiciones laborales que se ofrecen a los nuevos candidatos son abusivas, en cuanto al número de horas contratadas, el número de profesionales y la cuantía de los salarios"
"Como consecuencia de esto no se puede garantizar una calidad mínima en el servicio prestado con lo que se esta menospreciando a la comunidad sorda privándole de un acceso en igualdad de oportunidades, tal y como establece la citada ley 27/2007", lamenta la Asociación, toda vez que reclama que la Administración asuma a los intérpretes como personal propio y "dejen de ser sujetos de subasta al mejor postor", puesto que, de nuevo, "el gran perjudicado es el alumnado sordo y no solo los intérpretes".