SEVILLA 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Cabildo de la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder ha acordado, en el marco de una sesión extraordinaria celebrada hasta el filo 24,00 horas de ayer, restituir al culto el viernes de la semana en curso la talla dañada a consecuencia del ataque perpetrado el pasado domingo por Luis C.O., resolviendo al tiempo no personarse en las diligencias incoadas en contra de este funcionario de prisiones por el Juzgado de Instrucción número diez.
El hermano mayor de la cofradía, Enrique Esquivias, informó a Europa Press de que el Cabildo ha acordado, en concreto, la celebración de un "besamanos extraordinario" el próximo viernes con motivo de la reincorporación de la talla, obra de Juan de Mesa (Córdoba, 1583-Sevilla, 1627), y dañada en la articulación que conecta una de las extremidades superiores con el tronco.
Así, esta talla datada en 1620 e icono de mundo cofrade hispalense, será expuesta en la basílica de la hermandad desde las 08,00 horas a las 22,00 horas del viernes, toda vez que a las 18,00 horas, el templo albergará una "misa solemne" presidida por el obispo de Sevilla, Juan José Asenjo, para celebrar la restitución de la pieza, de incalculable valor histórico al tratarse de un emblema del barroco sevillano.
El cabildo ha acordado, además, que la hermandad no se persone en las diligencias incoada por el Juzgado de Instrucción número diez contra Luis C.O., de 37 años de edad y funcionario de prisiones, si bien ha ratificado su total "colaboración" con la acción de la justicia. Al respecto, Esquivias consideró que la mayor "gravedad" de los hechos es la relativa a los "efectos sobre los sentimientos y convicciones religiosas" de los feligreses y seguidores de la hermandad, dado que los desperfectos ocasionados en la talla son subsanables.
Entretanto, el autor de los hechos ha sido conducido a la Unidad de Agudos del Hospital Virgen del Rocío, una unidad de carácter psiquiátrico, para someterle a un análisis que permita tomar una decisión sobre su internamiento, pues él mismo se ha proclamado ante el juzgado como la encarnación de Jesucristo.