SEVILLA 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha registrado hasta el día de hoy en el Portal Séneca un total de 762 comunicaciones de centros educativos de Infantil y Primaria que se han acogido a la opción contemplada en la orden del Ejecutivo autonómico, en el marco de la entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), para reducir de 90 a 45 minutos semanales la impartición de la asignatura de Religión.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes del departamento que dirige Adelaida de la Calle, dato que supone que casi un 40 por ciento de los centros andaluces de Infantil y Primaria se han decidido por esta medida, ampliamente criticada por los representantes sindicales del profesorado de Religión en Andalucía --en la región, el colectivo se engloba en los sindicatos CSIF, USO, ANPE y Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales (Apprece)-- en tanto que queda en manos de los directores y colegios la dotación horaria de la materia.
La "inestabilidad" que se crea con esta iniciativa de la Junta, partidaria en un principio de la reducción de la asignatura, ha sido la principal crítica de los sindicatos, que daban cuenta de la "inseguridad" que se genera con esta situación y la posible "discriminación" entre centros que decidan impartir 90 minutos de Religión y los que solo den 45.
Aunque los directores tienen capacidad para decidir sobre horarios y no de manera directa sobre contrataciones, este aspecto repercutirá directamente en el profesorado, según entienden las centrales sindicales.
Por su parte, el Ejecutivo estatal anunció a los representantes de los trabajadores que se 'congelaría' durante un año el contrato de estos docentes, con la jornadas y nóminas actuales, para evaluar su futuro en el marco de la reforma educativa.
CSIF, USO, ANPE y Apprece ya convocaron el pasado mes de diciembre una manifestación desde la Plaza de España, sede de la Delegación del Gobierno central, hasta el Palacio de San Telmo para protestar por el "grave problema social y laboral" que, con el desarrollo en Andalucía de la reforma educativa, se cierne sobre los docentes de Religión.