SEVILLA 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha dicho este martes que el macrobotellón es un fenómeno que "se ha globalizado", y que por tanto "lo primero que habría que hacer es dirimir qué administración es la responsable", al tiempo que ha calificado de "drama" la muerte del joven asesinado el pasado viernes en Sevilla en el botellón celebrado en el Charco de la Pava.
En declaraciones a los medios tras la entrega del Informe Anual elaborado por la Institución a la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, el Defensor ha señalado que "hay una responsabilidad compartida de las distintas administraciones como ayuntamientos, subdelegaciones del Gobierno en cada provincia, e incluso de la Junta en la dirección de las adicciones", apunta.
Asimismo, Chamizo ha asegurado que "es muy difícil evitar estas fiestas" que "no organiza nadie", pero una vez convocada "tiene que haber un equipo dispuesto, formado por personal sanitario, Policía, y mediadores pendientes de lo que está sucediendo", porque "lo que no se puede permitir es que 3.000 ó 6.000 personas se reúnan sin orden ni concierto", lamenta.
Además, y sobre el crimen cometido el pasado viernes en el macrobotellón celebrado en Sevilla con motivo de la Fiesta de la Primavera, ha dicho que "es un drama", pero que "lamentablemente no es nuevo". En este sentido, Chamizo ha destacado "la lucha de la Defensoría con el control de las armas blancas", un tema "en el que ya insistimos cuando la muerte de Alejandro Méndez en los Jardines de Murillo en 1998", ha afirmado.
"Creo que tiene que haber más control en la venta de navajas", enfatiza, y dice que entiende que la gente que se reúne en estos macrobotellones "no solo consume alcohol, sino también otras sustancias, y, por tanto, conviene que haya más fuerzas policiales". No obstante, Chamizo insiste en la "necesidad" dentro de la movida de la figura del mediador o educador social en el ámbito de la prevención.
"Tenemos que acostumbrarnos a que haya otro tipo de personal que no sea solo el policial, porque ocho, o diez o 20 policías pueden llamar la atención, pero no pueden evitar determinadas cuestiones entre 6.000 personas", concluye.