Foto: EUROPA PRESS
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El organismo de cuenca destaca que existen algunos sitios donde hay más de 80 toneladas por hectárea y año de pérdida de suelo
SEVILLA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha comenzado a dar "pasos" al objeto de tratar de corregir las consecuencias, en forma de "inadmisibles" pérdidas de suelo, de la problemática de erosión que sufre, de manera generalizada, el sureste de España y, de forma concreta, algunos entornos de Andalucía Oriental, fundamentalmente aquellos relacionados con el olivar.
En una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de la CHG, Manuel Romero, ha alertado de los "importantes" niveles de pérdida de suelo en una parte de Andalucía que alberga, precisamente, el nacimiento de la cuenca de este cauce fluvial --se sigue así la máxima geológica según la cual la cabecera alta erosiona, sedimentando en la media--, algo que se ve agravado por las "muchas" hectáreas de olivar, algunas de ellas en terrenos con considerable pendiente y una orografía peculiar.
"Hay que trabajar para corregir este fenómeno", ha señalado Romero, que ha recordado la recuperación del servicio de restauración hidrológico forestal --al que se le ha dado categoría de área-- llevado a cabo por el organismo de cuenca.
Asimismo, también se trabaja en la corrección hidrológico-forestal, tanto en la mejora de las masas arbóreas como en aquellas zonas donde se puede acometer este tipo de restauración, con obras de barrancos, diques y cubierta vegetal que sujete el suelo.
El problema, que se deja ver especialmente en aquellas provincias que cuentan con más hectáreas de olivos --Jaén, Córdoba y Granada--, no es baladí, en tanto que, ha explicado el presidente de la CHG, el río, al llevar barro y limo, "anega canales y atasca filtros y embalses, que pierden capacidad: llegan más sólidos al estuario, por lo que también se trata de un problema de calidad de las aguas, y se pierde fertilidad en el suelo".
Romero ha admitido que "en los últimos años el tema nos preocupa bastante", habida cuenta de que, dada la presencia de 13.000 kilómetros cuadrados de olivar en la cuenca, con 500.000 hectáreas de riego, hay algunos sitios donde hay más de 80 toneladas por hectárea y año de pérdida de suelo.