ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 28 (EUROPA PRESS)
Las excavaciones arqueológicas promovidas por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en el entorno de 'Las Majadillas', que a su vez se encuadra en la zona arqueológica de Los Alcores-El Gandul, han sacado a la superficie un yacimiento que se extiende por cerca de cuatro hectáreas y que alberga los vestigios de lo que habría sido una antigua villa agrícola perteneciente a la civilización romana. Enrique Luis Domínguez, uno de los arqueólogos que ha coordinado este proyecto de investigación, ha informado a Europa Press de que las labores de campo han finalizado ya.
Hay que remontarse al mes de marzo de 2010 para recordar el momento en el que el grupo conservacionista 'Alwadi-ira-Ecologistas en Acción' avisaba de que, a cuenta de las intensas precipitaciones caídas sobre Sevilla y su área de influencia en aquellas fechas, las escorrentías habían hecho aflorar a la superficie los vestigios de unas hipotéticas ruinas arquitectónicas en el entorno de la zona arqueológica de Gandul, en Alcalá de Guadaíra.
INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Estos vestigios han sido investigados por los arqueólogos Enrique Luis Domínguez y Ricardo Amaya, de la empresa 'ArqveoLógica', con cargo a un programa de recuperación e investigación promovido por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra con un presupuesto de 143.000 euros.
Ya finalizada la intervención, Enrique Luis Domínguez ha explicado que han sido localizados restos de época romana dispersos "en una superficie de unas cuatro hectáreas", toda vez que el yacimiento habría sido erosionado a lo largo de los años por las labores agrícolas, su situación en una pendiente bastante pronunciada y la apertura del 'Camino de Gandul' a mediados del siglo XX. Las excavaciones arqueológicas, así, han supuesto el hallazgo de dos inhumaciones que datarían del siglo III después de Cristo, siempre dentro de la cronología romana.
RESTOS DE UN ASENTAMIENTO RURAL
También han sido localizados en este yacimiento una serie de "depósitos" del tipo 'opus signinum' en bastante buen estado de conservación, de unos 20 metros cuadrados cada uno y datados entre los siglos I y III después de Cristo, además de vestigios arquitectónicos como sillares precisamente al pie del Camino de Gandul. Domínguez, merced a estos resultados, atribuye estos restos a un "conjunto de 'villae' o asentamiento rural de época romana", dado que el hallazgo dista unos dos kilómetros del yacimiento correspondiente a la antigua población romana de Gandul.
El arqueólogo, así, había relacionado ya los vestigios descubiertos con "la explotación agrícola del territorio, así como con la cercanía de cursos de agua como el arroyo Salado o el propio río Guadaíra, que favorecieron el aprovechamiento intensivo de la Campiña sevillana durante toda la época romana".