A los detenidos se les imputan 21 robos cometidos desde julio de este año en ambas provincias
Sólo el equipamiento informático recuperado está valorado en más de 25.000 euros
SEVILLA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sevilla a los cuatro integrantes de una banda especializada en robos con fuerza de locales comerciales, oficinas, naves industriales y domicilios particulares, que desde julio de este año estaba operando en las provincias de Sevilla y Málaga.
Los agentes del Grupo de Robos de la Policía Nacional en Málaga recibieron en octubre de este año las denuncias de cinco robos en oficinas del centro en una sola noche, todos cometidos "con gran pericia" y haciendo alarde de una gran técnica y sangre fría, según ha destacado la Policía en un comunicado de prensa.
El 'modus operandi' permitió a los agentes relacionar estos robos con otros que venían ocurriendo en esa ciudad desde julio, lo que había creado gran alarma. Efectuadas las primeras pesquisas por estos agentes, se consiguió la identificación de uno de los autores, un varón de 35 años natural de Sevilla, líder y cerebro de un conocido grupo criminal detenido numerosas veces en la capital por este tipo de hechos.
Dicha organización delictiva ya estaba siendo investigada otra vez por la comisión de varios robos en el distrito de Triana y en varios polígonos industriales de las localidades de Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas. De esta manera, se diseñó una investigación conjunta destinada a esclarecer el grado de participación en los robos de cada uno de los componentes y la forma en que daban salida al botín.
Para ello, desarrollaron un operativo de vigilancias y seguimientos, especialmente delicado por las fuertes medidas de contra-vigilancia que adoptaban los detenidos a la hora de reunirse y efectuar los robos. Así, pudieron constatar la forma en que la banda seleccionaba los objetivos, tomando "severas" medidas para evitar ser detectados.
De igual modo, cada uno de sus componentes estaba especializado en una tarea, destacando sobremanera el encargado de anular las alarmas y forzar las cerraduras, a quién los agentes ya conocen por tener grandes conocimientos de cerrajería y herramientas muy técnicas para tal fin.
Otro de los componentes era el encargado de guardar los efectos sustraídos durante un tiempo antes de darle salida al mercado negro, lo que se conoce en el argot como "enfriarlos". Para ello, disponía de dos viviendas y un trastero en el mismo inmueble; una era su residencia y la otra el almacén.
DETENCIONES 'IN FRAGANTI' TRAS SU ÚLTIMO TRABAJO
Así, fruto de la investigación y de los dispositivos de vigilancia diseñados, tres de los componentes de este grupo criminal fueron detenidos 'in fraganti' la noche del 7 de noviembre, cuando salían de cometer su último robo en una urbanización de Sevilla Este, mientras que el cuarto fue detenido cuando salía de su domicilio al día siguiente.
Dos de los ladrones se resistieron "con violencia" a la detención y el cabecilla llegó a huir en el vehículo, teniendo que ser interceptado a gran velocidad por un indicativo policial camuflado.
De manera inmediata tras las detenciones, se realizaron los registros de los domicilios y el trastero que eran usados como almacenes de los efectos sustraídos, recuperándose gran cantidad de joyas, bicicletas de gama alta, electrodomésticos, herramientas técnicas de gran valor, material informático y otros equipamientos deportivos, así como parte de los instrumentos empleados por la banda para cometer los robos.
Finalizadas las diligencias policiales, los detenidos, todos ellos con numerosas reseñas policiales anteriores, pasaron a disposición judicial. La investigación y las detenciones han sido desarrolladas por agentes de los grupos de robos de las comisarías provinciales de Sevilla y Málaga, así como por el grupo operativo de investigación de la comisaría del distrito Triana.