Cubierto finalmente el dolmen de Montelirio tras la caída de su carpa pero los 'tholos' están "a la intemperie"

Actualizado: viernes, 20 febrero 2009 19:02

CASTILLEJA DE GUZMÁN (SEVILLA), 20 (EUROPA PRESS)

El dolmen de Montelirio, enclavado sobre una finca de 16.000 metros cuadrados en Castilleja de Guzmán (Sevilla) y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), está al fin cubierto de las inclemencias meteorológicas tras ser repuesta la carpa derribada por el último temporal de viento y fuertes precipitaciones precisamente cuando estaba a punto de finalizar su instalación, si bien los 'tholos' o enterramientos semicirculares descubiertos a los pies del monumento funerario siguen "a la intemperie".

El alcalde de Castilleja de Guzmán, Carmelo Ceba (PSOE), informó a Europa Press de que los operarios y técnicos de la empresa Ulma, adjudicataria del suministro e instalación de la cubierta en este dolmen cuya antigüedad se remonta inicialmente a más de 2.000 años atrás, han repuesto ya la cubierta de la nave central de la estructura instalada sobre los corredores del sepulcro para proteger el yacimiento de las adversidades meteorológicas, toda vez que la carpa había sido parcialmente desmantelada por el último temporal.

Uno de los dirigentes de la organización conservacionista Aljarafe Habitable, Eduardo Apellániz, confirmó 'in situ' a Europa Press este estado de los trabajos de reinstalación, precisando al respecto que la carpa aún carece de los telones correspondientes a sus "paredes" laterales. No obstante, Eduardo Apellániz recordó que al dolmen de Montelirio "ya le ha llovido el diluvio universal" dado el momento en el que se impulsó la instalación de la cubierta, recordando que en abril de 2008 el monumento funerario ya sufrió un duro temporal de viento y lluvia sin protección alguna.

Además, alertó de que los cuatro 'tholos' o dólmenes semicirculares descubiertos en el Plan Parcial número cuatro, a los pies de la finca de 16.000 metros cuadrados sobre la que pesa la protección de la declaración BIC, "siguen a la intemperie" y afrontan la llegada de la primavera y las lluvias carentes de protección, por lo que reclamó a la Consejería de Cultura que salvaguarde estos vestigios históricos.

La cubierta del dolmen, cabe recordarlo, debe proteger el yacimiento y facilitar la segunda fase de las excavaciones arqueológicas que ya comenzaron la primavera de 2007, cuando el equipo liderado por el arqueólogo Álvaro Fernández descubrió entre 14 y 16 nuevas inhumaciones datadas entre los años 2.500 y 2.300 antes de Cristo, así como unas 4.000 cuentas de collar y otros restos que convierten a este dolmen en uno de los activos históricos más importantes de la provincia.