Díaz recuerda la necesidad de la concienciación social en el Día contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres

Susana Díaz, en uno de los patios de San Telmo
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Actualizado: domingo, 23 septiembre 2012 15:49

El 90% de las mujeres prostituidas son extranjeras y la mayoría de ellas no se reconocen como víctimas de redes

SEVILLA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

La consejera de la Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, ha recordado la importancia de la concienciación social contra el tráfico de seres humanos, principalmente mujeres y niñas de países pobres, en el Día Internacional contra la Explotación Sexual que se celebra este domingo, 23 de septiembre. Según Díaz, esta práctica es "una forma moderna de esclavitud en pleno siglo XXI", y constituye, junto con el tráfico de drogas y de armas, uno de los negocios delictivos más lucrativos del mundo, "a costa de la vulneración de los derechos humanos, y que atenta contra la dignidad de las mujeres".

Según datos de distintas organizaciones, ha informado la Consejería de Presidencia e Igualdad en un comunicado, más del 90 por ciento de las mujeres en situación de prostitución son extranjeras en situación irregular, y se estima que la mayoría son víctimas de las redes. Sin embargo, un estudio del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) establece que el 89 por ciento de las estas mujeres no se reconocen como víctimas, a pesar de que todas tienen en común el priorizar la necesidad de salir de la prostitución.

En este sentido, la consejera ha incidido en la necesidad del trabajo de concienciación, en especial con las mujeres inmigrantes en situación ilegal, para que reconozcan la situación de explotación en la que se encuentran. Para ello, ha instado a las administraciones y agentes competentes en materia de prostitución a tener en cuenta, en sus actuaciones públicas, las particularidades de los países de orígenes de estas mujeres.

La consejera ha recordado el reciente estudio sobre 'Las Mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual en Andalucía', elaborado por el IAM, a través de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), y según el cual el 65 por ciento de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual en Andalucía han sido captadas en sus países de origen por las redes mafiosas a través de amigos, familiares o conocidos, lo que desvela que la principal forma de captación es el entorno familiar de la mujer.

De esta forma, ha insistido en la necesidad de "una actuación informativa inmediata en los puntos de entrada masiva (como Ceuta y Melilla) para dificultar el contacto con la red en España y de un trabajo de concienciación desde el primer momento".

PERFIL DE LA VÍCTIMA

El perfil de la víctima es el de una mujer joven, con bajo nivel educativo (el 58 por ciento no tiene estudios o sólo primarios) y con cargas familiares (el 68 por cientp tiene hijos propios). Por país de origen, el 36 por ciento de las víctimas de trata proviene de Europa del Este, seguido por un 32 por ciento de Latinoamérica (sobre todo Brasil) y el 32 por ciento de África Subsahariana (sobre todo Nigeria).

Así, llegan a España a través de diferentes medios, según la procedencia: desde Europa del Este, las redes utilizan transporte terrestre (autocar, furgoneta o tren); desde Latinoamérica el avión (con un prestamista con el que se adquiere una deuda de 15.000 a 20.000 euros); y desde África en autobús o patera (con una deuda de 20.000 a 40.000 euros).

Respecto a los modos de control por parte de las redes, éste se ejerce de forma estrecha a través de amenazas y violencia física en los clubes. El 48 por ciento de las víctimas reside en zonas rurales, cerca de explotaciones agrarias y el 52 por ciento restante está repartido entre zonas suburbanas y urbanas.

Por otro lado, los lugares donde son forzadas a prostituirse son, en un 53 por ciento de los casos, los clubes, seguido de un 31 por ciento en pisos y el 16 por ciento en la calle. Salvo la atención sanitaria (el 69 por ciento la ha recibido), las mujeres no acceden a los recursos sociales y, si lo hacen, es a través de ONG, por la confidencialidad que éstas les proporcionan.