SEVILLA 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una investigación promovida por un equipo de expertos formado por miembros de las universidades de Sevilla y Southampton (Reino Unido) destaca el carácter "exótico y excepcional" de una de las piezas de cuarzo del "tesorillo" descubierto en el dolmen de galería del complejo megalítico de Palacio III, enclavado en la Sierra Norte sevillana. El estudio señala que otra de las piezas es, al menos, "rara y difícil de encontrar" y aboga por interpretar este legado "protohistórico" hallado en un monumento prehistórico como un depósito ocultado expresamente o como una "ofrenda ritual o funeraria".
Se trata, en concreto, de un estudio titulado 'El cuarzo como material votivo y arquitectónico en el complejo megalítico de Palacio III (Almadén de la Plata, Sevilla): Análisis contextual y mineralógico'. El informe ha sido elaborado por los miembros del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla Matilde Fortaleza González y María Jesús Hernández Arnedo, los miembros del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense Leonardo García Sanjuán y Jara Salguero y el profesor del Departamento de Arqueología de la Escuela de Humanidades de la Universidad de Southampton David Wheatley.
EL "SITIO SAGRADO" DE ALMADÉN
El mencionado documento, publicado en el número 65 de la revista digital Trabajos de Prehistoria y recogido por Europa Press, recuerda que el complejo funerario de Palacio III está enclavado en un sector de la Sierra Norte de Sevilla donde han sido descubiertos "numerosos asentamientos y sitios funerarios fechables entre el Neolítico y la Edad del Hierro". Este yacimiento en cuestión, investigado entre 2001 y 2002 por las universidades de Sevilla y Southampton, habría constituido un "lugar sagrado" para las antiguas culturas "durante un dilatado arco temporal". En él, a tal efecto, se distinguen un dolmen en galería, un monumento funerario circular o tipo 'tholos' de la Edad del Cobre y un túmulo de cremación de la Edad del Hierro.
Y es que dentro del ajuar de cerca de 200 piezas de sílex, cerámica y piedra rescatado del interior de la cámara del 'tholos', los arqueólogos rescataron seis objetos de cuarzo; unos nódulos o monocristales localizados sobre la base rocosa de la construcción megalítica a excepción de una de las piezas, hallado bajo la base del 'tholos' en una "estructura excavada" y sellada con piedras, lo que podría conferirle un papel de "posible depósito fundacional o conmemorativo de la construcción original del monumento", según este grupo de expertos. No obstante, el informe señala igualmente el uso de varias decenas de nódulos de cuarzo blanco en la parte superior del relleno de la cámara del 'tholos' con una posible "finalidad decorativa o simbólica", si bien los minerales también podrían haber sostenido una estela localizada en el monumento megalítico.
EL "TESORILLO" DEL DOLMEN DE GALERÍA
En el dolmen de galería del yacimiento de Palacio III, de otro lado, fueron descubiertos "un depósito compuesto de una docena de cuentas de collar de ámbar, tres anillos de plata, un objeto alargado y apuntado de cobre, una pequeña pieza de cerámica y tres piezas de cuarzo", conformando estos tres fragmentos de cuarzo el "tesorillo" del dolmen de galería de Palacio III. Y es que este estudio señala que dos de estas piezas de cuarzo son "mucho más raras y difíciles de encontrar" que otros objetos del mismo mineral, por lo que podrían haber sido "objeto de intercambio". La pieza número dos del "tesorillo", un cristal de cuarzo prasio, es de hecho "extraordinariamente exótica, un verdadero espécimen de museo, excepcional desde el punto de vista cristalográfico" y posiblemente "un objeto muy apreciado y valioso por su rareza".
El informe, así, sopesa la posibilidad de que este "tesorillo" de piezas de cuarzo y de cronología quizá "no prehistórica" fuese "escondido" como depósito en el interior del monumento funerario en un momento de una "reutilización fechable, de forma general, en la Edad del Hierro" o que constituyese una "ofrenda de carácter ritual" más que de aspecto funerario, pues en su inmediato derredor no fueron localizados huesos humanos.
De cualquier manera, el estudio concluye que merced a los registros arqueológicos cosechados en Palacio III, el cuarzo fue "un material de alto valor" tanto como ajuar como para la construcción por lo que se refiere a "las sucesivas comunidades humanas que utilizaron este sitio como espacio de conmemoración ritual y funeraria". Los cristales de cuarzo, según este grupo de expertos, "tuvieron una longevidad extraordinaria como materia prima cargada de valor simbólico" en las antiguas culturas.