SEVILLA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) - Europa Press difunde este viernes en exclusiva fotografías inéditas del accidente que sufrió el 9 de mayo de 2015 un avión Airbus militar A400M en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla, en el que fallecieron cuatro personas y dos resultaron heridas. Estas imágenes, que hasta ahora se encontraban bajo custodia del Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla como material de la investigación, salen a la luz casi tres años y cuatro meses después de este trágico suceso. La impactante serie de imágenes, que difunde este viernes Europa Press, refleja los últimos momentos de vuelo de la aeronave, así como la caída del avión a tierra, en una zona de sembrado cerca del aeropuerto hispalense. Además, en la colección de fotografías se pueden observar las explosiones registradas como consecuencia del choque del avión con el suelo y con los cables de tensión, provocando distintas bolas de fuego. #VÍDEO | Salen a la luz fotografías inéditas del accidente del A400M usadas en la investigación judicial #Sevilla https://t.co/Koi1v4zBpz pic.twitter.com/kOOJBkAVQM Manuel Vilela, aficionado a la fotografía, se convirtió aquel sábado de mayo sin pensarlo en testigo de un trágico accidente que conmocionó al país y en el que perdieron la vida el piloto, Jaime de Gandarillas; el copiloto, Manuel Regueiro; y los ingenieros Gabriel García Prieto y Jesualdo Martínez. Casualmente, Vilela decidió pararse en una zona agrícola cerca del aeropuerto sevillano para hacer fotografías, cuando de repente observó "un gran avión", un Airbus A400M. Eran las 13,00 horas aproximadamente y la aeronave, con el tren de aterrizaje fuera, acababa de despegar. Tras un giro suave a la izquierda, "inesperadamente dio un segundo giro a la izquierda, pero esta vez muy brusco", colocándose frente a frente a la cámara, "descendiendo rápidamente con claro rumbo de colisión". Cayó "en muy poco espacio y tiempo, rápido". Vilela, después de leer las informaciones que se generaron con motivo del accidente, comprendió que lo que hizo la tripulación fue intentar no colisionar con el área industrial y comercial que se encuentra en aquella zona y aterrizar en la misma pista del aeropuerto de la que despegó o, en su defecto, realizar un aterrizaje de emergencia deslizándose por el sembrado adyacente donde aquella mañana se encontraba Manuel Vilela. "Era una maniobra imposible porque después del último giro el aparato se encontraba desequilibrado y sin fuerza de empuje en los motores", ha relatado este ingeniero técnico industrial jubilado y amante de los aviones y la fotografía, quien ha recordado que la aeronave tenía delante, además, una maraña de líneas de alta tensión "a modo de trampa mortal". En el instante de la colisión el avión volaba escorado unos 30 grados a su izquierda, siendo este lado el primero que tocó tierra, lo que originó una fuerte explosión y una bola de fuego. Décimas de segundos después, la segunda explosión. En esta ocasión, el ala derecha chocaba con el suelo, registrándose una segunda bola de fuego. Al tiempo, la cabina "se partía en dos por su centro escupiendo todo lo que se encontraba en su interior a la vez que la aeronave siniestrada expulsaba restos de ruedas, motores, equipos y cabina como metralla". Por si fuera poco, la cola rozó uno de los cables de alta tensión que encontró a su paso y provocó una tercera explosión. Todo estaba envuelto en llamas, una de las torres de alta tensión en el suelo. Seguían registrándose explosiones, pero ya de menor intensidad. Todo pasó en segundos, "sin ninguna posibilidad de reacción". Manuel Vilela avisó entonces a los Servicios de Emergencias, que en pocos minutos se encontraban allí evacuando y atendiendo a los supervivientes del accidente. Manuel Vilela, conmocionado por lo ocurrido, con un profundo sentimiento de dolor por las personas que perdieron su vida, por la valentía de la tripulación para desviar el rumbo del avión y evitar una tragedia aún mayor, y con la intención de que sus instantáneas contribuyesen al esclarecimiento de lo ocurrido aquella calurosa mañana de mayo, procedió inmediatamente a entregar en el Juzgado todo su trabajo fotográfico. Ahora, tres años y cuatro meses después salen a la luz difundidas en exclusiva por Europa Press. El accidente y sus mortales consecuencias fueron investigadas por el Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla, si bien el pasado 3 de abril de este año la titular del Juzgado, la magistrada María José Moreno, decretó el sobreseimiento provisional de la causa, después de la solicitud de la Fiscalía y al considerar que no existían indicios para continuar la acción penal. Igualmente, la juez instructora rechazó la petición de la práctica de nuevas diligencias de pruebas presentada entonces por las acusaciones, entre las que se encuentran las familias de los cuatro fallecidos y los dos supervivientes del accidente. En su auto la juez señalaba que el accidente se produjo por "una concatenación de causas" pero ninguna de ellas con "suficiente" entidad para atribuir responsabilidades penales. Sin embargo, la instructora recogía en el citado auto que se producen "múltiples fallos" por parte de Airbus y de Europe International (EPI). Esta decisión del Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla fue recurrida por la mayoría de las acusaciones para revocarla y mantener abierta las diligencias, solicitando entonces la práctica de nuevas diligencias, que entiende "necesarias" para "el total esclarecimiento" de los hechos. Fuentes del caso han explicado a Europa Press que el recurso fue desestimado por el Juzgado, por lo que en estos momentos el auto de sobreseimiento se encuentra recurrido ante la Audiencia Provincial de Sevilla, que tendrá que resolver y decidir entre el archivo definitivo de la causa o por continuar con las diligencias y la práctica de las pruebas solicitadas por las acusaciones. El Ministerio Público, en el escrito elevado al Juzgado en octubre del pasado año, reclamaba el archivo de la causa al entender que "la tripulación tomó durante el vuelo las decisiones razonables habida cuenta de las circunstancias concurrentes, aunque no fueran las más adecuadas". Además, consideraba que, "si bien es cierto que hubo errores en la actuación de la tripulación, lo cierto es que actuaron de manera lógica ante los diferentes avisos recibidos, las limitaciones impuestas por la torre de control, y la falta de formación en reacción conjunta ante las emergencias existentes", a todo lo cual "se unió la colisión con la torreta de alta tensión". Para llegar a estas conclusiones, analizaba el informe elaborado por la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam), dependiente del Ministerio de Defensa, valorando "las actuaciones que han funcionado, como causas o concausas, que desencadenaron el trágico resultado", y todo ello "contextualizando en el marco en el que se produce el accidente: en un vuelo de prueba". Al hilo de ello, la Fiscalía aseveró que "las acciones y omisiones plurales" descritas en su informe "no incurrieron en un defecto de previsibilidad, empleándose la prudencia que en cada caso era adecuada, analizando aisladamente cada uno de los otros factores que todos ellos en su conjunto determinaron el accidente". A su juicio, "el fallo simultáneo de tres motores es tan inusual, tan poco probable y de efectos tan críticos, que resultaba muy complejo poder procesar toda la información disponible en cabina para tomar decisiones adecuadas en un tiempo tan reducido, con las limitaciones además impuestas por la torre de control, y la falta de formación en reacción conjunta ante las emergencias existentes". (Esta información incluye fotografías exclusivas en https://fotos.europapress.es/abonados/ y vídeo de la entrevista en http://www.europapress.tv/?page=1)