CARMONA (SEVILLA), 11 (EUROPA PRESS)
La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía, Alicia Vañó, ha afirmado que la mayoría de las mujeres víctimas de malos tratos no quieren denunciar por diversas razones, entre las que destacan el miedo o la dependencia afectiva. La psicóloga Maite Manzanares ha aportado unos datos que reflejan que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de las mujeres maltratadas denuncian su situación, pero ha señalado igualmente la importancia de no forzar las decisiones de las víctimas.
En el marco del curso 'La violencia de género: análisis de la realidad' que la Universidad Pablo de Olavide (UPO) organiza durante esta semana en su sede carmonesa con la coordinación de la profesora de Derecho Privado Rosario Valpuesta, se ha desarrollado este lunes una mesa redonda que bajo el título 'Cómo se detecta la violencia' ha dado cabida a cuatro voces protagonistas en el estudio y la erradicación de los malos tratos, como son la propia de la Presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía, una psicóloga, una abogada y una víctima de malos tratos.
La primera en intervenir ha sido Alicia Vañó, Presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía y coordinadora de la mesa redonda, quien ha definido la psicología, la experiencia y la empatía como las claves de la atención a la mujer maltratada, que debe ser "alertada de su situación, pero nunca asustada". Esta federación, que integra a treinta y seis asociaciones de mujeres de distintos ámbitos, viene observando que la violencia es extensible a cualquier colectivo femenino. Además, ha señalado el "peregrinaje" por las administraciones de las mujeres maltratadas, a lo que la federación responde con apoyo y atención integral en el plano jurídico, social y psicológico.
Vañó ha querido finalizar su intervención con una clara diferenciación de la violencia de género, pues si como ha apuntado la presidenta, el resto de violencias pueden desencadenarse por múltiples razones, la violencia de género responde siempre a un "intento de dominio del hombre sobre la mujer", por lo que ha mostrado su preferencia por el término "violencia machista". Para el maltratador, ha añadido Vañó, la insumisión de la mujer supone el cuestionamiento de su propia identidad masculina, provocándole un estado de inseguridad que suele derivar en agresividad. "Tenemos un modelo social contra el que debemos luchar para aspirar a la felicidad y la libertad de todos", ha propuesto finalmente Vañó.
A continuación, ha tomado la palabra una víctima de la violencia de género que, invitada por la federación, ha relatado su trayectoria sentimental. Bióloga de profesión, ha afirmado que "todas las mujeres somos maltratadas porque el mundo no está preparado para la mujer", ya que la propia naturaleza le tiende una "trampa" para determinarla como "creadora", trampa, ha añadido, que aprovecha el sistema patriarcal para imponer la dominación del hombre y el "esclavismo" de la mujer.
Así, la invitada ha hecho un recorrido por su vida sentimental, definida por el maltrato, la dependencia emocional, la anulación personal y el consumo de drogas. "Yo no me he casado para esto, este no es el sueño de mi vida, le dije, y de repente* mi primera paliza", ha relatado la bióloga ante el silencio expectante de los asistentes. Por último, ha añadido que con la perspectiva del tiempo ha entendido que "quería ser una persona, formar parte de la sociedad", pero que era incapaz de concebir su realización personal y rehacer su vida sin la figura de un hombre a su lado. En este sentido, Alicia Vañó ha matizado que la mujer "queda señalada de por vida por la violencia de género". APOYO PSICOLÓGICO Y JURÍDICO
Por su parte, la psicóloga Maite Manzanares ha asegurado que hay mujeres que "viven en el terror" y creen que verdaderamente están locas cuando acuden en busca de ayuda psicológica. Además, las víctimas, ha explicado Manzanares, desarrollan un "miedo atroz a todo" como trastorno derivado del maltrato. Igualmente, la psicóloga ha señalado la importancia de no cuestionar las decisiones de la mujer si decide volver o perdonar al maltratador, sino que debe seguir trabajándose con ella para "empoderarla".
Además, Manzanares ha situado el maltrato psicológico por debajo del umbral de la visibilidad social, con el consecuente peligro de incurrir en una doble victimización de la mujer maltratada. Este tipo de "violencia invisible" se manifiesta en los cambios de humor, el control de las relaciones sociales o la ridiculización pública de la mujer, ha explicado la psicóloga. Finalmente, lo ha descrito como un maltrato que "erosiona" diariamente la personalidad y genera dependencia afectiva por una baja autoestima, así como aislamiento social, indefensión y deterioro cognitivo de la víctima. La actitud más común de la mujer maltratada, ha añadido por último, es la negación, además del conformismo, la culpabilidad o el miedo.
Por su parte, la abogada Elena López Quintana, ha reiterado la lucha de la federación en la defensa de los derechos y la erradicación de la violencia de género, mediante la actuación en dos planos; por un lado, la prevención, encauzada principalmente por proyectos educativos para la igualdad ante el preocupante repunte de conductas machistas en los jóvenes; por otra parte, Quintana ha aludido a la intervención, en la que participan de forma coordinada todos los departamentos de la federación. En ambos sentidos, ha añadido, se antoja vital la formación de los profesionales, así como el desarrollo de unas habilidades especiales para atender a las víctimas de la violencia de género que niegan su situación.